Este trabajo fue galardonado con el Primer Premio en la categoría “Investigación” en el programa “Historias bajo las baldosas”, organizado por el Gobierno de la Ciudad y coordinado por la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico y Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Fue auspiciado por la revista Historias de la Ciudad. El premio fue entregado a la autora el día 15 de septiembre del presente en el Colegio Otto Krause.
Su nombre
Se lo conoció primitivamente como Arroyo Campana, nombre que tomó al atravesar una chacra de propiedad del acaudalado Francisco Álvarez Campana, nombre que también tomó el Camino luego conocido como Avenida del Trabajo.
También se lo denominó Arroyo Zidaña, una deformación de Sidañez o Cidañez, apellido del propietario de una fracción de tierras por las que atravesaba, Ramón Fortunato Cidañez, quien en 1849 compró una chacra a la familia Rivadavia; esta había formado parte de las tierras de Miguel Flores, según lo cuenta Cunietti-Ferrando.
Como el Sr. Cidañez desapareció de la zona por motivos que, por razones de espacio, no se pueden contar, las tierras fueron ocupadas por Juan Arroqui. En los planos de 1895 se las identificaba como herederos de Arroqui y al arroyo se lo denominaba Sildañes. En ese mismo plano se observa cómo, serpenteando, ingresaba a la Av. Gral Paz entre las tierras de Juan Boerr y las de F. Bollini y E. Bieckert. Después continuaba hasta los ya proyectados Mataderos.
En tiempos de lluvia, como el arroyo era el desagüe natural de la región, en algunas ocasiones, perjudicó la matanza de animales que se hacía en la playa a cielo abierto y tuvieron que suspender los trabajos. Esto motivó a la Intendencia Municipal a construir un canal o zanjón rectificando el curso del arroyo que facilitó, además, la salida de los desechos sobrantes y sangre de las faenas (Arroyo de la Sangre). Es en este tramo y en este lugar de la historia que ubicamos a los Mucangueros que juntaban los desperdicios, cruzando el arroyo con alambres de púas, y los vendían a las graserías de la zona. Un Justo Juárez, luego, famoso boxeador, se encontraba entre ellos.
El arroyo: un protagonista
El arroyo Cildáñez fue, dentro del marco urbano de la Capital, sinónimo de rémora para el progreso urbanístico y edilicio de la misma y para el vecindario una preocupación, porque se hallaba en íntima relación con la salud de los habitantes de los barrios por donde transitaba.
Llevaba sus aguas al Riachuelo en el sector conocido como Paso Chico y formaba parte del “Bañado de Flores”, denominado así por su condición pantanosa y anegadiza, originada en su baja cota de nivel.
Hoy al bañado lo podríamos ubicar entre la orilla izquierda del Riachuelo, en las proximidades del Cementerio de Flores, ocupando tierras que actualmente forman los barrios de Nueva Pompeya, Villa Soldati, Flores, Parque Avellaneda, Villa Lugano y Villa Riachuelo.
El pueblo de Flores lo fue a partir del 31 de mayo de 1806, cuando se creó el Curato de San José por decisión del Obispo Lue, que inmediatamente tomó el nombre de la familia que había hecho la cesión de tierras para plazas, corrales e iglesias, y toda la región comenzó a llamarse San José de Flores.
En 1880 se federalizó Buenos Aires y en 1887 se le incorporaron los partidos de Flores y Belgrano. Por entonces, el arroyo pasaba a jurisdicción de la Ciudad de Buenos Aires a partir de la línea del Municipio (General Paz).
La zona poseía una cierta belleza natural, con sus lagunitas bordeadas de ceibos y sauces, con una fauna acuática similar a tantas cañadas y lagunas de la Provincia de Buenos Aires.
Lluvias en Buenos Aires
El 22 y 23 de septiembre de 1884 llovió torrencialmente sobre Buenos Aires, soportando la ciudad unas gravísimas inundaciones que afectaron a todas las esferas sociales, siendo índice de esta preocupación la intervención del salvataje de vida del entonces Presidente Julio A. Roca, quien dispuso trasladarse personalmente al lugar. Partió de la Casa de Gobierno en el carruaje del Ministro de Guerra, acompañado por el Ministro Wilde y el Comodoro Cordero.
“Del mirador del Edificio de los Corrales se divisaba ayer la inundación, un inmenso río en la Boca, Barracas y las inmediaciones de Flores.”
Al llegar al Matadero Público el Presidente hizo oportunas observaciones respecto de la conveniencia que había de trasladar ese establecimiento “a un paraje más lejano de la Ciudad, donde hubiese campo… para el pastoreo de la hacienda destinada al consumo”.
Y manifestó a las personas que lo acompañaban “hacer una visita a los Corrales, tan luego pasen las aguas”; el objetivo era estudiar las ventajas que podría acarrear la realización de este pensamiento “embrionario hoy, pero que quizás será un hecho mañana”.
Ese “mañana” se empezó a concretar el 14 de abril de 1889 cuando se colocó la piedra fundamental de los Nuevos Mataderos en el lugar que nos ocupa hoy efectuándose la primera matanza en el año 1901.
Pero eso trajo como consecuencia que este límpido zanjón que cruzaba la playa donde se faenaba a cielo abierto, comenzara a venir cargado de residuos peligrosos; se lo empezó a conocer como Zanjón o Arroyo de la Sangre. Las sustancias orgánicas fácilmente permeables producían gases pútridos que los tornaban tóxicos, repugnantes y molestos para los vecinos, especialmente en época de verano, cuando comenzaban a incubar moscas, mosquitos y otros desagradables insectos que eran vehículos de terribles enfermedades, portando gérmenes de enfermos a sanos.
Más aún, los líquidos, la orina, el estiércol, contaminados con los microbios productores de la “brucelosis” convertían al arroyo en un verdadero foco infeccioso. Médicos e instituciones sanitarias estudiaron su influencia pestilente y llegaron a la conclusión de que “no ya de una amenaza sino de la realidad de la propagación a través de roedores o insectos exhalando vapores tóxicos que cubren las calles y se internan en las viviendas”.
En su oportunidad la Comisión Médica Asesora emitió una declaración pública interesando de estos problemas al Círculo Médico del Oeste y al Consejo Integral por la Infancia Argentina.
Además se informaba que el arroyo era muy ancho y de lecho profundo —unos 4 ó 5 metros por debajo del nivel de las calles—, carecía en sus orillas de paredones de protección siendo un peligro para la población. Muchos niños encontraron la muerte, lo mismo que le sucedió a equinos y vacunos y muchos carros rodaron hacia su negro fondo .
En los comienzos, la solución de estos problemas fue encarada por OSN y estaba comprendida en las Obras Pluviales de la Capital, tarea difícil de resolver.
Aspectos legales de los desagües pluviales en la Capital Federal
El proyecto de obras de desagües pluviales fue encarado por la Dirección General de Obras de Salubridad, después Obras Sanitarias de la Nación (OSN creadas por ley 8.889, año 1912).
Fue aprobado por el Poder Ejecutivo por superior Decreto el 19 de septiembre de 1919 y tuvo sanción legal por la Ley 11744 promulgada el 7 de octubre de 1933.
Debido a las urgencias del problema en 1925 fue autorizado un Plan Parcial.
Ese mismo año se publicó, bajo el título “Proyecto Orgánico para la Urbanización del Municipio-Comisión de Estética Edilicia”, más conocido como Plan Noel, que fue el Intendente Municipal durante la Presidencia de M.T. de Alvear. El Plan contemplaba mejoras “la ruta de la Sangre unirá el matadero por el Cildáñez con el Riachuelo”.
Por dificultades surgidas las obras no se terminaron y el Gobierno dictó el 16 de junio de 1936 el Decreto N° 85226 disponiendo la Licitación de las obras restantes. El 12 de diciembre dispuso la Licitación que se concretó el 25 de febrero; se aprobaron las adjudicaciones por decreto el 12 de abril del mismo año y las obras dieron comienzo al mes siguiente con el reparto de las órdenes de ejecución.
Inauguración oficial
El 6 de agosto de 1937 a las 15 hs. se realizó el acto inaugural de los trabajos de construcción de los conductos pluviales de la Capital Federal. La ceremonia se realizó en el lugar fijado: Av. Blandengues (hoy Av. Libertador) y Besares (Arroyo Medrano). Contó con la presencia del Presidente, Agustín P. Justo y altas autoridades.
1° Crónica del entubamiento del arroyo Cildáñez
Comienzan las obras
Dentro de este marco legal de desagües pluviales estuvieron incluidas los correspondientes al territorio metropolitano entre la Av. Gral. Paz y su desembocadura en el lugar denominado “Paso Chico”, a la altura de la calle Ameghino.
En un comienzo la canalización fue prevista en dos formas esencialmente diferentes. Desde la Av. Gral Paz hasta la intersección de las calles Remedios y Basualdo y desde Basualdo hasta el Riachuelo.
El arroyo estaría entubado mediante conductos semicirculares de hormigón armado cuya capacidad se aplicaría, en el inicio, para recibir las aguas pluviales de la parte provincial de la cuenca del arroyo y aumentaría paulatinamente para permitir el ingreso de los caudales afluentes en el trayecto de dicho primer tramo. Hay que recordar que la mayoría de los arroyos había sido rectificada, ensanchada y profundizada por la Municipalidad con antelación a los proyectos de obras definitivas.
Este primer tramo se realizó como conducto cerrado de sección semicircular, según modelos numerados. Comenzó con el modelo N° 16 para aumentar sucesivamente a los modelos N° 18,20 y 22, por las calles Murguiondo y Remedios en una longitud de 3200 metros; a esa altura recibía la afluencia del canal Aliviador de la Cuenca del Maldonado. (Obras de contrato V°).
El Canal Aliviador del Arroyo Maldonado
Estuvo incluido en el contrato de construcción del entubamiento del arroyo Maldonado; fue una obra especial destinada a derivar las aguas provenientes de su curso superior (Provincia de Buenos Aires, Versalles-Villa Luro, Capital Federal), para traerlos a desaguar en el arroyo Cildáñez, perteneciente a la Cuenca del Riachuelo.
Está constituido por un túnel que corre por las calles Ruiz de los Llanos, desde el Maldonado hasta Av. Rivadavia, y luego continúa por la calle Basualdo y es capaz de derivar 120m3/seg. Tiene una longitud de 2726,20m.
El presupuesto oficial de adjudicación de las obras se realizó con fecha 25 de febrero de 1937, en base a los planos y presupuestos confeccionados por OSN en $ 2.338.865 y fueron adjudicadas a los valores de $ 2.776.439,05 y al proyecto lo denominó Sector b.
Los plazos de ejecución se establecieron en 400 días hábiles y se dio para esta obra la iniciación en forma inmediata. El control de los trabajos lo realizó la Inspección de Contrato dependiente de la Dirección Técnica.
Éstos fueron ejecutados por la Empresa GEOPE (Compañía General de Obras Públicas).
Características del Canal Aliviador
El Maldonado ayer te hizo el amor
Te salpicó de Arroyo el corazón
El trabajo se dividió en tres tramos:
1°) desde el arroyo Maldonado hasta la Av. Directorio, es un conducto circular de hormigón simple de 5,80 de diámetro y un espesor de pared de 0,50 cm, construido en túnel de una longitud de 2333,53 m.
Cuando el conducto cruza los terrenos y las vías del Ferrocarril (112 m) es de hormigón armado y lo mismo cuando es atravesado por las cloacas máximas (calles Rivadavia y luego Directorio).
2°) desde Directorio hasta Tandil es un modelo especial semicircular de hormigón armado con base armada de 7,50 m de diámetro construido en túnel de 133,56 m de largo.
3°) desde Tandil hasta su desembocadura en el Cildáñez (calle Remedios) es un modelo especial semicircular de hormigón armado de 7,50 m de diámetro, construido en zanja abierta de un largo total de 112,20 m. La pendiente es uniforme en toda la longitud del Aliviador siendo de 0,00102.
La obra fue iniciada el 24 de junio de 1937 con la apertura de la zanja abierta en la esquina de Basualdo y Tandil y finalizada el 6 de febrero de 1939.
La construcción duró 433 días y medio útiles, habiéndose trabajado con un solo turno de obreros.
Por su importancia nos detenemos a destacar estas obras realizadas hace más de 60 años que permitieron en esta zona descongestionar al arroyo Maldonado, lo aliviaba en casi la mitad de su caudal, evitando las recurrentes inundaciones del resto de su recorrido pero no debemos descontar que trajo sus grandes inconvenientes en el barrio de Mataderos y zonas de influencias del Arroyo Cildáñez.
Continuando con los trabajos
A partir de la “Cámara de Confluencia”, formada en la esquina de las calles Remedios y Basualdo, donde el arroyo Cildáñez recibe el caudal del Maldonado, alargadas historias se pueden contar hasta lograr en el segundo tramo la concreción del definitivo entubamiento.
Proyectos
A partir de los comienzos de los años 40 muchas fueron las modificaciones, ampliaciones y supresiones introducidas, surgidas por diferentes motivos.
Primeramente, se procedió a la construcción de alcantarillados provisorios en las márgenes de la canalización abierta, numerosos sumideros provisorios en calles sin pavimentar, colocación de cañerías de conexión que podrían ser utilizadas oportunamente.
La canalización abierta del arroyo Cildáñez en una importante extensión constituyó una modalidad excepcional en las obras de desagües de la Capital ya que todas las demás canalizaciones se entubaron.
El motivo era que atravesaba el gran Bañado de Flores o “zona baja del Cildáñez”, “zona que carece en la actualidad de todo vestigio de urbanización siendo presumible que no habrá de urbanizarse en un lapso considerable por lo que no se justificaba, por cierto, que se invirtieran desde un principio sumas cuantiosas en la construcción de una canalización cerrada que habría requerido fundaciones especiales de un elevado costo a lo largo de sus 3 km”.
Características: fue previsto revestirlo con tablestacados laterales de revestimiento de hormigón armado anclados en la parte superior, desde la calle Basualdo hasta la Av. del Trabajo y, además, se proyectó un revestimiento de fondo desde la calle Basualdo hasta la Av. Crisóstomo Álvarez.
A ambos lados de la canalización abierta se proyectaron sendas calles públicas y, teniendo en cuenta los sucesivos anchos del canal, se estableció a lo largo de su trazado un ancho de edificación de 60 m entre futuras líneas de edificación desde Basualdo hasta la Av. Castañares, de 100 m hasta el Riachuelo, lo cual comprometió expropiar numerosos terrenos de propiedad de particulares.
En el tramo Basualdo-Av. del Trabajo hay 1300 m, zona ya para la época bastante urbanizada. Allí no se amplió más de 30 m porque hubiese implicado costosas expropiaciones.
Aquí se lo contrató como canal abierto con revestimiento lateral y fondo, el terreno de fundación se presentaba todavía favorable y no había necesidad de colocar pilotes.
La canalización abierta era una solución temporaria del problema al que, en un corto plazo, se debería dar la solución ideal y definitiva de estética, de comodidad de tránsito y seguridad contra los accidentes; inclusive se debía solucionar la propia conservación de las obras de desagües y era muy importante la faz urbanística.
Primer proyecto año 1940
Tramo Basualdo-Av. del Trabajo,
Longitud 1.300 m
La cobertura total suprimiría además las expropiaciones. Todos estos argumentos indujeron a la Dirección de OSN a disponer el proyecto de canalización cerrado en este tramo. Fue aprobado el 5 de octubre de 1940 con un presupuesto de $2.200.222 y el correspondiente pliego de condiciones para la Licitación Pública.
Se licitó separadamente por Expte. 35.634 DTC-940 y se debió proyectar con el menor ancho posible de excavación para evitar la necesidad de remover importantes cañerías, ahorrar inconvenientes a los moradores frentistas y que no quedaran a los extremos callejuelas de ancho exiguo.
Por lo que entendemos quedaba muy limitado hacia ambos lados, hacia abajo y lateralmente adoptando una estructura rectangular que, a la vez, representaba la máxima capacidad constructiva.
Estos detalles técnicos imponían ejecutar la obra en hormigón armado y así se resolvió.
En estos años el precio del acero dulce en barras redondas establecido en el presupuesto era de $ 445 la tn.
A la licitación se presentaron 14 empresas, pero no se llegó a formalizar el contrato.
Segundo proyecto de canalización cubierto en 1941
El 21 de agosto de 1941 se dispuso la actualización del proyecto de 1940 para proceder a un nuevo llamado a Licitación Pública, pero fue suspendida en la víspera de la fecha establecida. Esto se debió con exclusividad al encarecimiento del acero que era en ese momento de $ 685 la tn.
Tercer proyecto
El conflicto bélico mundial influyó en la concreción de este proyecto, el cual por el precio y por la escasez de elementos no se concretó. (Año 1942)
Cuarto proyecto, año 1943
Tampoco se efectivizó porque se le sumó el aumento del fuel oil y eso determinó que el Proyecto quedase sin efecto.
Lo que sí se concretó
Se construyó en el tramo de Av. del Trabajo y C. Álvarez un canal abierto con paredes laterales y fondo revestido.
En el tramo Crisóstomo Álvarez y Castañares resultaría un canal abierto con paredes laterales revestidas y fondo primero sin revestir y luego se colocaría una capa de ladrillos comunes. (Long. 612,508 m) y se agregó un drenaje permanente de fondo constante en zanjas transversales cada 5 m reunidas por una zanja longitudinal rellenas todas de cascote.
Como el terreno se había encontrado consistente a mayor profundidad que la proyectada, se introdujeron seis nuevos tipos de tablestacas de acuerdo con la variación encontrada.
La desembocadura
Se construyó un puente llamado De la Ribera.
Disposiciones vigentes
Por disposiciones de las leyes vigentes (año 1940/41), a los obreros no especializados (medio oficial, peón) la contratista los solicitó directamente al Registro Nacional de Colocación y para los especializados (capataz general, encargado de estructuras especiales, oficiales en general, serenos) se solicitó la designación que la misma indicaba.
De acuerdo con las disposiciones del artículo 59 de las Bases Generales se ha mantenido al 55% de obreros argentinos o argentinos naturalizados.
Se dio cumplimiento a la jornada de 48 hs semanales. El contratista había asegurado en una Compañía de Seguro Nacional a todo el personal e incluso también a los de OSN contra accidentes de trabajo y responsabilidad civil.
El Entubamiento Definitivo
Años después y tras muchas idas y vueltas, el 11 de junio de 1962 se hizo la Apertura de sobres de la Licitación, ahora encarada por la Municipalidad.
La adjudicataria fue Industrias Argentinas de Construcciones y Urbanizaciones SA (ACUSA) y Obras de Ingeniería SA (ODISA).
Las tareas se comenzaron el lunes 22 de octubre de 1962 en el tramo Basualdo-Coronel Roca; incluía los puentes Av. del Trabajo, Autopista Ezeiza, Barros Pasos, Puente sobre la Av. Roca y desde ahí a cielo abierto hasta la dársena ubicada en su desembocadura en el Riachuelo (Puente de la Ribera).
Los primeros trabajos consistían en:
1) limpieza del cauce del Arroyo Cildáñez; 2) replanteo; 3) ensayos sobre el terreno y preparación y nivelación de calles.
Se instalaría el campamento, el departamento de máquinas y la planta de hormigón elaborado y de construcción de elementos prefabricados, toda una novedad por esos años.
Se construyeron “in situ” conductos maestros cerrados de sección rectangular con columnas o muros corridos para sostener la cubierta según la característica del terreno.
Estaba previsto utilizar aproximadamente 9.000 columnas, 70.000m3 de tabiques, 5.000 vigas, 50.000 losas nervadas que adoptaban la forma de una letra U y un volumen total previsto de 80.000 m3 de hormigón, 800.000 bolsas de cemento, 1.300 tn de acero común, 1.500 de acero especial.
Las obras comprendían una longitud aproximada de 5.000 m, ancho variable 18 a 37 m, altura entre 4 y 5 m.
El plazo estaba previsto en 3 años. Hasta el 31 de diciembre de 1962 se preveía una inversión de $100.000 y en febrero del año siguiente se empezaría a cubrir el arroyo.
Entre la Av. Roca y el cruce con el Ferrocarril Belgrano se apoyaría en pilotes por ser los terrenos inconsistentes.
El techo de la cobertura se acondicionaba para la avenida prevista.
Se inauguró por tramos: el 6 de marzo de 1964, 2.100 km y el 6 de marzo de 1965 se inauguró el tramo hasta la Autopista Richieri, “culmina así en la parte urbanizada las obras de entubamiento del arroyo Cildáñez”. Esto sería la alargada historia oficial.
Pero existe otra historia muy rica en hechos, con muchas luchas, con tristezas pero también con alegrías que merece contarse.
La otra Historia
Esta es una crónica distinta a la anterior, sin tantos detalles técnicos pero cargada de horas-hombre, de lucha, de sudor, de transpiración y es muy importante porque cuenta la preocupación de los vecinos, de las instituciones que fueron empujando la “rémora”, la molicie, la insensible indiferencia de los que vivían lejos del arroyo y no sufrían los olores, las contaminaciones, el peligro y las inundaciones desastrosas en esta amplia zona de su influencia.
2° Crónica de un entubamiento
Para solucionar los problemas que traía el Arroyo, el vecindario y las instituciones de Fomento de la zona fueron realizando año tras año gestiones solicitando el entubamiento.
Las primeras luchas las originó la Asociación de Fomento de Nueva Chicago (nombre que se le dio al barrio pero que el mismo barrio lo cambió por Mataderos).
Se vieron cumplidas en parte sus aspiraciones después de muchos años, cuando se efectuó el primer tramo de entubamiento entre los años 1939/1940, desde la calle Francisco Bilbao (antes Merlo) y la Av. General Paz hasta Remedios y Basualdo (3.000 m).
En esa oportunidad se le cambió su curso de las calles Eugenio Garzón, por la calle Remedios, haciéndolo coincidir con el desagüe de las nuevas instalaciones del Frigorífico Lisandro de la Torre (aprox. 1930/31).
A la vera del problema surgieron varias Asociaciones de Fomento y entre los primeros puntos de sus programas estaba la concreción del entubamiento.
En el barrio Vélez Sársfield Sud surgió la Asociación de Fomento J. B. Alberdi fundada el 24 de abril de 1921. La seguirán después la Asociación F. Ameghino, Cildáñez y 17 de Mayo, etc.
Las luchas mancomunadas
En el año 1949 se formó la “Junta Vecinal Mataderos pro entubamiento” que contó con la adhesión de las instituciones vecinales de fomento de la zona, comercios, industrias, los profesionales y las entidades deportivas, culturales dando así comienzo a las primeras luchas uniendo los esfuerzos.
Esta Junta elaboró una serie de documentos técnicos respaldados por la firma de más de 10.000 vecinos en un Petitorio Popular que se presentó en 1950 al Intendente Municipal y además se solicitó incluir en el “Segundo Plan Quinquenal” el entubamiento del arroyo Cildáñez.
Se llevaron a cabo reuniones vecinales y con los funcionarios y se elevó al Parlamento un Anteproyecto de Ley pero todo quedó en la nada.
El sábado 12 de enero de 1952 en el Salón Parroquial de Francisco Bilbao 4310 se convocó a una reunión de vecinos y de entidades “que no sólo fue prohibida por la policía argumentando ser de carácter comunista”, siendo que además se llevaron detenidos a la Seccional 40 a los 60 vecinos asistentes, utilizando en esa oportunidad un ómnibus y 2 automóviles.
Las gestiones quedaron así interrumpidas.
EN 1957 se constituyó la Comisión por el entubamiento del arroyo Cildáñez que recibió la adhesión de distintos barrios de la Capital.
En septiembre del mismo año se llevó una petición a la Asamblea Constituyente reunida en Santa Fe que estudiaba la modificación a la Constitución Nacional: Entubar el Arroyo Cildáñez, y además se pidió que en la Nueva Constitución hubiera un límite para los gastos improductivos.
En octubre de 1957 un volante anunciaba: “La Com. Pro Ent. ha enviado a la Honorable Comisión Constituyente un petitorio documentado e ilustrado. Vecino ‘Póngale la tapa al Cildáñez’, incorpórese a la labor. Firme el petitorio”.
La Comisión se dirigió al nuevo Intendente, Ernesto Florit, informándole de esta petición e historiando la lucha vecinal Pro-entubamiento, hasta la fecha con resultados infructuosos.
Pasa el tiempo…
Seguían las reuniones con funcionarios, técnicos y políticos para empujar el “pesado carro de la burocracia”, para recibir como amable respuesta “el presupuesto no alcanza”, golpear en todas las puertas y lograr una entrevista con el Ministro de Asistencia Social y Salud Pública, Dr. Francisco Martínez, quien ofreció la colaboración del Ministerio para la obra emprendida.
Más tarde, en vísperas de las elecciones del 23 de febrero de 1958 la Comisión realizó una Asamblea con todas las Instituciones adheridas y vecinos y con los candidatos a concejales de cada partido político, quienes se comprometieron, en caso de resultar electos, a apoyar las gestiones realizadas firmando en la ocasión un documento colectivo.
Mientras tanto, el 11 de febrero de ese mismo año el Ing. Alberto Constantini, Presidente de OSN, acompañado de los técnicos Alberto Lagos y Raúl Bottinelli, se reunió con la Comisión y luego de escuchar el planteo se hizo eco de los inconvenientes sanitarios “que provocan las aguas contaminadas “y manifestó que los mismos pueden resolverse de dos maneras:
a) depurar las aguas, b) construir un establecimiento de depósitos cloacales, todo independientemente del entubamiento mismo.
La Comisión insistió para que OSN asumiera una actitud más concreta y se manifestó pidiendo una entrevista en fecha próxima con el Presidente Provisional de la Nación, gestionando un decreto especial destinando los fondos necesarios para la obra.
La entrevista se concretó dos días después, el 13 de febrero, y en la misma estuvieron presente el Ministro de Obras Públicas, el Intendente Municipal, el Presidente de OSN y demás funcionarios.
La Comisión expresó los problemas y le fue entregado al Gral. Aramburu un memorial en el que se le solicitaban los fondos para la construcción de las obras.
Se resolvió que las mismas comenzarían inmediatamente por parte de OSN desde las calles Remedios y Basualdo hasta la Av. Derqui (Av. Dellepiane) y la formación de una Comisión integrada por dos representantes de la Municipalidad, dos por OSN y uno del Frigorífico Lisandro de la Torre, encargada de estudiar la solución integral del problema. A tal fin el Presidente Provisional firmaba el decreto 1715/58 que expresaba en los considerandos “que se trata de una obra de importancia, de doble necesidad, por su vinculación con la salubridad de su extenso vecindario y también advertía que el Frigorífico …deberá disponer los medios necesarios para depurar los desagües industriales que actualmente envía al arroyo…”.
A raíz de estas gestiones realizadas el jueves 6 de marzo de 1958, OSN inició por administración la construcción del entubamiento en el tramo Remedios-Av. del Trabajo y esto fue destacado por las emisoras radiales y los diarios como un triunfo del vecindario.
Pero a 3 meses de iniciados los trabajos y de acuerdo con el compromiso contraído, se advirtió en la entrevista solicitada del 12 de junio de 1958 que el ritmo estaba por debajo de los compromisos contraídos.
La Comisión Técnica, nombrada por el Decreto N° 1715, no había logrado reunirse; es más no se había reunido jamás, no dando la solución al problema de los materiales arrojados al arroyo.
Cuatro días después la Comisión, acompañada por sus asesores técnicos, entrevistó en OSN a los Ing. Albertelli, Lagos y Pagola, quienes plantearon la necesidad de un llamado a Licitación porque la institución no estaba en condiciones de llevar adelante las obras con la premura requerida, previendo una nueva reunión dentro de los siguientes 10 días.
Vencido el plazo y ante la lentitud de los trabajos, el silencio de OSN con el llamado a Licitación y la inoperancia de la Comisión Técnica de Estudios, la Comisión Pro-Entubamiento produjo una serie de comunicados a la Prensa expresando el estado de silencio.
El 3 de septiembre la Comisión Pro-Entubamiento se dirigió al Presidente Honorable del Concejo Deliberante, Sr. Etchepareborda, con el objetivo de interiorizarlo sobre las gestiones y una semana después surgió el llamado a Licitación. El Presidente de la Nación era entonces Arturo Frondizi.
En esos días de octubre hubo un cambio en las autoridades de OSN y la Comisión insistió “a las formales y reiteradas promesas de técnicos y directivos de la Repartición”, con copia al Intendente, al Presidente del Concejo y a los bloques y siguieron los comunicados de Prensa.
El Concejo Deliberante resolvió gestionar ante OSN la urgente prosecución de las obras. Paralelamente a esta fecha OSN dejó sin efecto el llamado a Licitación.
Entonces la Comisión pidió una entrevista con el titular, Ing. Cartasso, para que reviera la solución y la respuesta del Directorio fue: se ha tomado tal resolución “en virtud del Plan de Austeridad del Gobierno”.
En el año 1961 las actuaciones originaron abundante información.
En mayo un volante de la Comisión invitaba al vecindario de la zona Sudoeste, Mataderos, Vélez Sársfield Sud, Soldati y Lugano a la Asamblea Vecinal de carácter informativo que se realizaría el 14 de mayo a las 10 horas en el Cine California, Av. Del Trabajo 4818.
“¡Vecino! Apoye con su presencia la Reforma a la ley 15714 que dispone una contribución especial con destino a la financiación de la obra del 30% de la valuación establecida para la contribución inmobiliaria con respecto a los predios frentistas del arroyo y disminuyendo hasta el 10% para los ubicados a los 500 metros del mismo”. “¡ES UNA CITA DE HONOR!”
La Asamblea sería televisada por Canal 9 y registrada por los diarios, y al final decía: “Escuche LS1 Radio Municipal (hoy lamentablemente privatizada), sábado 13 de mayo, 11hs., la tercera mesa redonda que ofrece la Comisión Pro-Entubamiento a todos los vecinos de la zona Sud Oeste.”
Nuevamente el 12 de agosto a las 17 hs el volante anunciaba: “Para ponerle la tapa al Arroyo Cildáñez, concurra Ud y los suyos a la Gran Asamblea de Vecinos en la Asociación Vecinal de Fomento Cildáñez, Ameghino 2047. Será televisado por Canal 9. ¡1961 debe ser el año del triunfo de la lucha por el entubamiento! Apóye con su presencia esta Patriótica Cruzada Vecinal”.
La prensa se hizo eco: “…probándose que el conducto no se taponó ni los gases deterioraron la bóveda a pesar que van allí las aguas del frigorífico… y de numerosas plantas industriales… es una argucia para postergar las obras y pregunta respecto a la financiación ¿cómo hubo dinero para revaluar en 10000 millones los $750 millones de la CADE? ¿Cómo por el arbitraje gracioso del Presidente de la Corte Suprema se subió a 4600 el valor de expropiación de ANSEC? ¿Podemos creer que entonces falten 120 millones para entubar el Cildáñez? El Sr. Intendente promete ahora ocuparse del tema y dentro de unos días parte para inaugurar una estatuilla en los lares del “democrático dictador Franco…” esto costará sus buenos miles de pesos al erario municipal. Vamos a ver si a la vuelta se acuerda de sus promesas”.
La Comisión Pro el día anterior había emitido a la opinión pública un comunicado: “Como es de público conocimiento el H. Congreso de la Nación sancionó al final del período ordinario de sesiones de 1960 la ley 15.714. La Comisión no comparte el criterio de esa ley en sus artículos 2° y 5°. Anteponer al entubamiento los trabajos de desagües internos del Frigorífico Lisandro de la Torre y Mercado Nacional de Hacienda es querer conectar dos problemas totalmente independientes paralizando el entubamiento por tiempo indeterminado… La contribución que se pretende imponer al vecindario para financiar las obras es por razones de justicia y equidad ‘impracticable’… es descargar sobre los pobladores de la zona, únicas víctimas de una situación que no han contribuido a crear la culpa de pasadas administraciones… sin entrar a analizar los problemas de doble imposición que suscita tal norma legal… y será cuestionado por inconstitucional por esta Comisión Popular. Esta posición invariable de la Comisión Popular es compartida por 43 instituciones de la zona… Asimismo por el Congreso de la Asociación de Fomento de la Ciudad de Buenos Aires, que en 1960 aprobó por aclamación la labor de la Comisión Popular apoyando la observación a la ley 15.714. Que fiel al mandato recibido, además de realizar gestiones en el Parlamento y de sostener entrevistas con el Intendente Municipal llevó a cabo importantes asambleas de varios barrios vecinos y produjo declaraciones de prensa, comunicados al vecindario y audiciones por radio y televisión. Que además de estas gestiones se llevará el problema al Exmo. Sr. Pres. de la Nac., encontrándose en gestión el pedido de Audiencia. El sábado 12 de agosto a las 17hs. se realizará la Asamblea informativa y el domingo 27 a las 10hs. el Acto Público en Av. Olivera y Gregorio de Laferrere (sobre el arroyo), al que han sido invitados a hablar diversos diputados, concejales y autoridades.”
Los diarios al otro día informaron del acto.
La Razón del 27 de agosto de 1961 titulaba: “AFIRMOSE QUE EL ENTUBAMIENTO DEL Cildáñez SE DEMORA POR EXCUSAS DE ORDEN TÉCNICO PERO LO QUE EN REALIDAD FALTA ES VOLUNTAD DEL GOBIERNO” y la nota comenzaba: “Miren Uds. que paradoja, luchamos tanto tiempo para que se promulgase la ley ordenando el entubamiento de ese arroyo inmundo y cuando sale, tenemos que pelear de nuevo a fin de que se reforme… La ley es inservible… y peor aún si se cumpliera seriamente, nosotros los propios vecinos castigados quienes deberíamos financiar los trabajos… el arroyo era un victimario que mata a mansalva ‘hablan de Berlín dividida pero acá tenemos a Berlín en pleno Matadero cortado en dos por este canal anacrónico’ y aseguró que las obras previstas de construcción de la Av. Estanislao López sobre el actual Arroyo permitirá un ahorro de combustible y cubiertas cercanos a los 100 millones de pesos anuales”.
“…faltan escuelas, viviendas. La Municipalidad hace fuentes hermosas y remodela la plaza de la República para embellecer la Ciudad pero sume en el olvido problemas más urgentes como el nuestro”.
El Diputado Nacional Francisco Rabanal de la UCRP expresó su solidaridad con los vecinos de la zona donde se había criado y dijo que propondría la creación de un Fondo Sanitario a fin de hacerse cargo de estas obras y de otras similares en el área metropolitana y provincia de Buenos Aires.
Cerró el acto Lorenzo Romero: “que se haga con nuestro Cildáñez lo que se hizo con el arroyo Maldonado en la década del 30”.
El año 1962 ¡Se logra la Licitación!
Se llama a Licitación para las obras de entubamiento, saneamiento y urbanización del Bañado de Flores. “Es un triunfo del vecindario y sus instituciones a través del organismo que las ha representado, la Comisión Pro-Entubamiento del arroyo Cildáñez y construcción de la Av. Estanislao López.”
“¡El pueblo espera el entubamiento…!” Ha culminado una nueva etapa exitosa de lucha con el llamado a Licitación de las obras que se realizarán a cuenta de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Los trabajos fueron licitados por separado para permitir la participación de más empresas y por un término de 60 días; se hizo en marzo pero como se presentó una sola empresa extranjera, se libró un nuevo llamado para junio.
El monto previsto de estos trabajos era de $ 460.000.000 y el plazo de ejecución de las obras de 3 años.
En el proyecto estaba incluido el Bañado de Flores “con las obras en el Parque Alte. Brown se recuperarán en la primera etapa más de 1.400 ha. de tierras que representan la décima parte de la Capital Federal y la inversión se calcula en 1333 millones”.
“La Comisión Popular saluda alborozada la decisión y entiende el impulso dado por el Intendente Giralt”.
¡Todo superado! La sanción de la ley N° 16.437 del 20 de diciembre de 1961 del Fondo de Saneamiento Urbano del Aglomerado Bonaerense derogó la ley 15.714. Esto fue el fruto del batallar que no ha sabido de desmayos ni renunciamientos.
“La apertura de los sobres se llevará a cabo el 11 de junio a las 16hs”.
Clarín del 12 de junio titulaba ¡El Cildáñez!
“En la Intendencia Municipal se efectuó ayer bajo la Presidencia del Sec. de Hacienda, Dr. Osvaldo J. Tovo, el acto de apertura de las propuestas presentadas en la licitación pública. Se presentaron 4 firmas: La Cía. de Construcciones Civiles SA en sociedad con Brave y Fontana Nicastro con un presupuesto de $845.959.020; Marengo SACIF y Juan Caldera $ 1.266.100.000 y Nicolás Caputo juntamente con Cozzi SRL $ 864.360.598, Industria Argentina de Construcciones y Urbanizaciones SA IACUSA de Ingeniería SA (ODISA), $617.000.000. Esta última ganó la Licitación.”
El diario La Prensa del domingo 21 de octubre de 1962 anunciaba: “mañana comenzarán los trabajos de entubamiento del arroyo Cildáñez con un presupuesto de $ 610.000.000, desde Remedios hasta C. Roca; incluirán los puentes Roca, Av. del Trabajo, Autopista Ezeiza, el de la calle Barros Pasos y el del cruce de las vías del Ferrocarril Nacional Belgrano.”
Y el Ing. Antonio Devoto, titular de ODISA, abundaba en detalles técnicos.
La tónica general del proyecto era el empleo masivo de estructuras prefabricadas en planta central, lo que permitía reducir al máximo los perjuicios ocasionados por las rápidas crecidas, tratando de trabajar desde afuera, no dejando nada, en lo posible, dentro del lecho.
Pero el año terminaba con una triste noticia (23/12/62), que el diario El Mundo titulaba:
“Sólo 3 personas salvan sus vidas al caer el micro ómnibus al Cildáñez”.
“… el coche era el interno N° 27 de la línea N° 188 y al llegar al puente indicado, donde hay unas curvas, por causas que se han de establecer, el vehículo dio contra el parapeto de cemento, lo rompió y cayó en el arroyo.”
El Diario La Prensa, daba más detalles: de las 9 personas, sólo se salvaron 3, falleciendo el conductor y propietario del vehículo.
La Prensa agregaba: “las aguas cenagosas de la desembocadura del arroyo resultaron un obstáculo insalvable pues es muy difícil andar en ellas y más aún bucear, en razón de la falta de visibilidad”.
Año 1963. Un nuevo volante anunciaba, justo al año de iniciadas las obras:
Realidad de una obra
Subcomisión Pro Obras del arroyo Cildáñez y adyacencias, de la Sociedad de Fomento Cildáñez y empresa I.A.C.U.S.A. y O.D.I.S.A.
Invitan a los actos que con motivo de la finalización del 1er. tramo del entubamiento del arroyo Cildáñez, a realizarse el próximo
domingo 27 de octubre de 1963, con
La asistencia del:
Intendente Municipal de la Ciudad de Buenos Aires Señor FRANCISCO RABANAL.
1964 Continúan las obras…
El 16 de marzo el diario La Prensa anunciaba: “Fue habilitado ayer el nuevo tramo de las obras de entubamiento del Cildáñez.” En la intersección de las calles Gregorio de Laferrere, Homero y la Av. Juan Bautista de Lasalle, se realizó ayer por la mañana el acto en el cual el Int. Mun. Francisco Rabanal habilitó un tramo de las obras. La Comisión Pro Entubamiento, hizo una breve crónica de los hechos y en un pasaje de la exposición dijo “ahora que vemos que las obras están en vías de terminarse nos animaremos a pedir que lo que fue el arroyo Cildáñez sea pavimentado y se convierta en una gran avenida” y el Intendente respondió “y lo tendrán, dentro de 3 años terminaremos con todas las calles de tierras”.
Inmediatamente el cura Párroco de Nuestra Señora de las Nieves, Dr. Manuel Pisano, bendijo las obras finalizando así el acto.
Luego las Autoridades Municipales y sus comitivas se trasladaron hasta la planta de la Empresa ODISA donde se vieron elementos de construcción del entubamiento y fueron agasajados con un refrigerio.
El domingo 29 de noviembre a las 10 hs en el arroyo Cildáñez y Av. del Trabajo se hizo el acto, al que fueron invitados el Presidente Illia, el Intendente Rabanal y el Arq. Hernán Giralt en carácter de Pres. H. de la Comisión y dirigentes de la Comisión Organizadora. El mismo fue bautizado como El Gran Acto del Triunfo.
Y se sigue avanzando e inaugurando. 1965
La Nación decía: “el 5 de marzo de 1965 será inaugurado otro tramo a las 16:30hs de mañana, comprendido entre la Av. Olivera y la Autopista Richieri; culminan así en la parte urbanizada, las obras de entubamiento del arroyo Cildáñez”.
En primer término el Intendente procedió a colocar el último trozo de hormigón de las obras realizadas y echar sendas cucharadas de argamasa sobre el lugar.
Acto seguido cortó la cinta simbólica y lo declaró inaugurado; fue bendecido por el Sacerdote Adolfo Abeijón; recorrió un tramo y fue al palco oficial ante el que le rindió honores la Banda de la Aeronáutica Militar.
El Intendente dijo que ayer que era un día de fiesta y una emoción popular para la zona sur de Buenos Aires.
“Sin ruido, silenciosa y serenamente hemos trabajado durante estos últimos 14 meses para servir con hechos el mandato de los vecinos para que sus hijos, sus nietos vean cómo interpretamos sus anhelos y deseos postergados inexplicablemente durante largos años.”
Recordó la existencia del Bañado de Flores, sus basurales y aguas malolientes y “veremos nacer a esa Av. Juan Bautista de La Salle, demostración palpable de que esta zona se integrará definitivamente a la Ciudad”.
El Vicepresidente, Dr. Carlos Perette, evocó su actuación como diputado junto al Intendente Rabanal y dijo que el actual Intendente le transmitió “sus sueños” sobre las transformaciones necesarias de la Ciudad; “lograremos impulsar a la Argentina hacia el porvenir venturoso al que nos lleva una mano firme y serena, la del primer Magistrado.”
A la Comisión le resultó singularmente llamativa entre los vecinos y muy especialmente entre los dirigentes fomentistas que la Comisión Popular no hubiera sido invitada a participar en tal Asamblea Pública. “Cuán distinto hubiera sido si escuchando la sugerencia hecha por la Comisión Popular al Sr. Intendente Municipal, se hubiera organizado un acto que hubiera contado con el calor del vecindario, con la presencia de los verdaderos pioneros del entubamiento entre los cuales contamos también al actual Intendente.”
“Señores nuestra misión se ha cumplido pero el progreso no puede detenerse seguirán bregando hasta conseguir la cristalización total del entubamiento y la construcción sobre su cauce de la gran avenida y suscriben la declaración 62 firmas de la Comisión Pro Entubamiento”.
Los 700 m restantes del Arroyo quedaron sin entubar hasta la actualidad, desde la Av. Roca hasta el Riachuelo.
Y los vecinos van por más.
Avanzando en el tiempo y en el espacio
El tema de la pavimentación fue otro ítem, pero muy ligado al entubamiento.
El zanjón Cildáñez obstaculizaba el progreso edilicio, comercial y social. Era imposible disponer de la pavimentación de las calles por cuanto al ser cruzadas por el cauce del arroyo, las obras eran irrealizables. El barrio ya se había tornado populoso. Pero ahora eran otros tiempos, mejores tiempos, el tiempo de la pavimentación.
El 19 de octubre de 1967 se presentó al Sr. Intendente Municipal Iricibar un petitorio reclamando la pavimentación con las firmas de 7.000 vecinos y la adhesión de todas las industrias, instituciones, etc., que firman al pie, que verían con agrado que se llamara a licitación de las obras de acuerdo con los respectivos planos aprobados.
Tuvo destacada labor la Comisión Femenina de la Asociación de Fomento “17 de Mayo”. ”Estas admirables mujeres encuentran siempre el tiempo suficiente (y casi siempre robándoselo al descanso), para preocuparse con contagioso entusiasmo por el quehacer vecinal que significa bienestar y salud para sus propios hijos y para la comuna toda.”
El 18 de julio de 1968 la Municipalidad informó a la Comisión Directiva, en esta ocasión acompañada por la Sub Comisión de Damas, del llamado a Licitación de los planos de pavimentación 206/207/210/211, prometiendo para fecha próxima los planos 226/231/234.
¡Y llega la pavimentación!
La firma Equimac SA, sita en Corrientes 545 4° piso, Capital, bajo la dirección de los Ing. Jaime Sztenberg y Miguel Ángel Di Miro y con la colaboración del Sr. Roberto Fabregas, fue la adjudicataria del asfalto de las calles.
Se informaba que la empresa pavimentadora instalaría su campamento en Corvalán y Remedios y que las obras “deberán ser realizadas en 8 meses”.
A 1970 se lo denominó “Año de la Pavimentación”. El 5 de octubre de ese año, “Día del Camino”, se invitó al acto de inauguración del pavimento a las 11:45 hs, con la presencia del Intendente Municipal, Gral. R. E. Manuel Iricibar, en la intersección de las calles Eugenio Garzón y Pola.
Y se aprovechó para pedirle al Intendente la construcción de la avenida sobre el curso entubatorio del arroyo Cildáñez.
Habiendo dado término a los trabajos la Empresa Equimac programó el clásico y siempre bien celebrado “asado de fin de obra” que se llevó a cabo el 20 de noviembre de 1970 a las 21hs en el Club S. y D. “Sol del Plata”, calle San Pedro 5249, habiendo sido invitados el Sr. Intendente, secretarios, Directores de Pavimentación, de la Dirección de Tránsito y Obras Viales, OSN, Gas del Estado y todas aquellas que colaboraron en la realización de los trabajos.
Quedó todavía una deuda muy importante: la construcción de la avenida y entonces Sí la “Cruzada del Cildáñez” llegaría a su fin.
La Avenida sobre el arroyo
La tantas veces pedida avenida aparece en numerosos expedientes como Av. Gral Estanislao López. Su nombre surgió del expediente N° 50902/44, agregados y en las Ordenanzas 11060/61 y 12288.
Años más tarde se aprobó la Ordenanza N°17867/61, art. 1: denomínase Juan Bautista de La Salle a la arteria “sin nombre” (se habían olvidado el anterior) que corre en diagonal entre las calles Remedios y la Av. del Trabajo. Art. 2: comuníquese.
El decreto N° 14.478 del 21/9/62 dice: dispónese fecha para la ceremonia de imposición del nombre cubriéndose placa alusiva.
Decreto Ord. N° 2.351/63: se amplía su denominación hasta la calle Santander y se daba por aceptada la donación de la placa de bronce que fuera realizada por los alumnos y exalumnos del Colegio de La Salle.
Ordenanza 21.760: se aprueba su trazado hasta la Av. Tte. Gral. Luis Dellepiane y la Ordenanza 24.902 del 3/3/70 hasta el límite del Parque Alte. Brown.
En el año 2003 se denominó Irma Carica al cantero central entre Eva Perón (Av. del Trabajo) y la calle Recuerdos de Provincia.
Hoy, esta transitada arteria toda asfaltada, completó el sueño de los que tanto lucharon por su realización.
A modo de conclusión
En este trabajo rescato la labor vecinal,
la participación activa de los tantos que hoy no están para contarlo.
Agradezco a Graciela Romero que hace unos años confió en mí esos valiosos y amarillentos documentos de su padre Lorenzo Romero, que permitieron conocer al arroyo por dentro.
Siento haber navegado por él, haberme metido en sus aguas profundas y haberlo contado para que otros puedan compartir estas escenas que es cierto, muchas fueron desagradables pero que es bueno que se exhumen para el conocimiento de lo que puede hacerse luchando. Aunque a lo mejor es tardío felicito a todos los que hicieron algo por el progreso del barrio.
Sin saberlo este trabajo caló en lo más profundo de mi alma, no sabía que yo también estaba ligada al Cildáñez.
Primero lo seguí en los mapas y planos y luego lo fui a buscar entre sus calles y descubrí que había vivido a media cuadra del Canal Aliviador, casi en su desembocadura en la calle Remedios.
Nací, como era la costumbre en la casa de la partera Monaldo, en Escalada y Chascomús, a los dos o tres días mis padres me llevaron a nuestra casa Tandil entre Guardia Nacional y Basualdo; la casa está exactamente igual a la que dejé a los 16 meses de vida.
Por relatos familiares sé que mi papá me llevaba en brazos a caminar por el barrio para aliviar las tareas de mi mamá y tal vez para acaparar el mayor tiempo posible con sus hijas, previendo su temprana partida de este mundo.
Creo que puedo afirmar que mis ojos de bebé vieron al arroyo. Debe estar aún en mi registro inconsciente.
Agradezco al Programa “Bajo las baldosas” por permitirme esta emoción y me retiro de sus aguas sabiendo que no seré más indiferente a las palabras: ARROYO Cildáñez.
Y que mejor que cerrar esta historia dentro del contexto de esta hoja donde cita a todas las Instituciones que apoyaron el Entubamiento- hoy documento, que sirvieron para notificar, citar e informar las distintas etapas que llevaron la gestión para concretar finalmente el Entubamiento del arroyo Cildáñez.
Información adicional
HISTORIAS DE LA CIUDAD. Una revista de Buenos Aires
Declarada de “Interés de la Ciudad de Buenos Aires” por la Legislatura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Año VI – N° 29 – Octubre de 2004
I.S.S.N.: 1514-8793
Registro de la Propiedad Intelectual N° 100.991
Categorías: ESPACIO URBANO, Arroyos, lagos y ríos, Asociacionismo
Palabras claves: Arroyo Campana, ingeniería, entubamiento
Año de referencia del artículo: 1941
Historias de la Ciudad. Año 6 Nro29