El Cementerio de la Recoleta fue habilitado el 17 de noviembre de 1822, por decreto del gobernador Martín Rodríguez y su ministro don Bernardino Rivadavia, en los terrenos de lo que había sido el huerto de los Monjes Recoletos, vecino al convento de los mismos y a la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, construida esta gracias a la generosidad de don Juan de Narbona.
Al día siguiente de la inauguración recibieron sepultura los restos del párvulo liberto Juan Benito y Dolores Maciel … y Jorge Luis Borges, poeta mayor, nos dice:
“Crece en disolución bajo los sufragios de mármol
la nación irrepresentable de los muertos
que se humanizaron en tu tiniebla
desde que María de los Dolores Maciel, niña del Uruguay
—simiente de tu jardín para el cielo—
se durmió, tan poca cosa, en tu descampado”.
Poco tiempo después, el 3 de agosto de 1823 fue inhumada “María de los Remedios Escalada, casada con Don José de Sanmartín”.1
En los planos de la Recoleta, trazados por el ingeniero francés don Próspero Catelin, le fue asignada la sepultura 8 del tablón 1 de la sección 3ra. La lápida encargada por el Libertador al taller del ingeniero Felipe Bertrés resalta: “Aquí descansa doña Remedios de Escalada, esposa y amiga del General San Martín”.
Vayamos a nuestro tema: corría el año 1947, cuando el Instituto Nacional Sanmartiniano tuvo la iniciativa de trasladar a nuestra tierra los restos de los padres del general San Martín, idea que encontrara rápida acogida, constituyéndose una comisión ejecutiva que encabezó el presidente del Instituto, coronel Bartolomé Descalzo.
Recordemos que los restos de San Martín ya descansaban en su patria desde 1880, cuando fueron repatriados, protegidos en el espléndido mausoleo que la gratitud de los argentinos levantó en la Catedral de Buenos Aires.
Nuestro máximo héroe vio la luz el 25 de febrero de 1778, en Yapeyú, provincia de Corrientes, en el hogar formado por doña Gregoria Matorras y el capitán Juan de San Martín.
La familia, con sus hijos María Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín, Justo Rufino y José Francisco, regresó a España años después.
El padre, fallecido el 4 de diciembre de 1796, fue sepultado en la cripta de la iglesia castrense ubicada en la parroquia de Santiago, en Málaga, rezando la placa que cerraba el nicho: “aquí yace el Señor Don Juan de San Martín que falleció el día 4 de diciembre año 1796”. Debido a la humedad existente en el lugar, el esqueleto fue encontrado en estado arcilloso, por lo que, ante la manipulación de la que fuera objeto como consecuencia de su traslado, se desintegraron fémures, tibias y peronés.
La madre, fallecida el 13 de marzo de 1813, en Orense, Galicia, fue enterrada en la iglesia de Santo Domingo, parroquia de Santa Eufemia la Real.
A fin de cumplimentar lo determinado por el decreto N° 14.721, e iniciar los trámites necesarios para el traslado de los restos de los padres del Libertador, nuestro embajador se entrevistó con el ministro de Asuntos Exteriores de España, Alberto Martín Artajo, y este hizo entrega al Dr. Pedro Radío de fotocopias de diversos documentos referidos al tema.2
Por fin, colocadas en sendas arquetas de acero toledano de 27 cm. de largo por 13 cm. de ancho y 16 cm. de alto, las cenizas de don Juan de San Martín y Gómez y doña Gregoria Jerónima Matorras del Ser fueron embarcadas en el crucero escuela “La Argentina”, que comandaba el capitán de navío José J. Almagro, que partió del puerto de San Sebastián arribando a Buenos Aires el 24 de noviembre de 1947, donde fueron recibidos por la Comisión de Honor y Recepción que presidía el ministro de Guerra, general Humberto Sosa Molina.
Las arquetas fueron colocadas en un vehículo militar acondicionado a tal efecto para la ocasión, y transitaron por las avenidas Leandro N. Alem y Rivadavia hasta la catedral, siendo saludados durante el recorrido por delegaciones escolares, representantes de diversas instituciones y público en general.
Frente a nuestro templo mayor se había levantado un estrado, donde tomaron ubicación las autoridades encabezadas por el presidente Perón y su esposa. El primer magistrado comenzó su discurso diciendo que “… el homenaje que el pueblo argentino rinde al Libertador General don José de San Martín, trayendo al seno de la patria las cenizas de sus padres amados, es de extraordinaria significación espiritual, como que ha nacido del fondo mismo de sus inagotables reservas morales y de su conciencia cristiana que le permiten cumplir con amor y sin esfuerzo, el mandamiento de la ley de Dios que obliga a honrar padre y madre …”.
Luego hizo uso de la palabra el intendente de la ciudad de Buenos Aires, Dr. Emilio P. Siri, expresando conceptos vinculados con el importante acontecimiento.
Al día siguiente, 25 de noviembre, y previa misa de campaña oficiada por el vicario general de la armada, presbítero Mariano Fernández Mendoza, las cenizas fueron trasladadas al cementerio de la Recoleta, en una cureña (“ñandú” según la “Corona fúnebre” antes citada), precedida por doce carrozas que portaban ofrendas florales, seguidas por los vehículos que conducían a las autoridades, recorriendo las calles Florida, Santa Fe, Callao y Quintana.
A las 10.25 “un toque de atención” anunciaba la llegada del cortejo al peristilo de la necrópolis, donde las arquetas fueron retiradas de la cureña por cuatro granaderos mientras las bendecía el vicario de la aeronáutica, clérigo José R. Vaca, y trasladadas hasta el templete en el que serían depositadas, avanzando por la alfombra roja que cubría la calle central del cementerio, flanqueada por un cordón de delegaciones de las distintas fuerzas militares, mientras la banda de música interpretaba una marcha fúnebre.
Ya en el sitio, entre las tumbas de Remedios de Escalada y la bóveda de la familia de Manuel L. Guerrico, el ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina, Dr. Juan Atilio Bramuglia, y el embajador de España, José María de Areilza, conde de Motrico, procedieron a mezclar tierra traída de los cuatro confines de España con tierra argentina,3 en una urna fundida en el arsenal Esteban de Luca, con el bronce del cañón “Independencia”, colocándose dentro las arquetas. El general Sosa Molina, el coronel Descalzo y el embajador de España cerraron luego la urna.
Finalmente se la colocó en un templete levantado en un sobrante del tablón 1 de la sección 3, terreno cedido por decreto municipal a perpetuidad al Instituto Nacional Sanmartiniano.4
Está realizado en mármol blanco, de base cuadrangular y cristales enmarcados por columnas dóricas, que permiten visualizar la urna. Fue construido por el ministerio de Obras Públicas, a iniciativa del por entonces ministro, general Juan Pistarini.
Pasados los años, por decreto N° 1381 del 17 de diciembre de 1997, el Poder Ejecutivo Nacional dispuso el traslado de los restos de Juan de San Martín y Gregoria Matorras a Yapeyú, donde descansan junto a las ruinas de la casa que ocupara en el siglo XVIII el matrimonio San Martín.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires resolvió preservar el templete de la Recoleta, que albergara por cincuenta años las cenizas, por conformar, con la tumba de Remedios de Escalada, el rincón sanmartiniano de esta necrópolis porteña.
El 3 de agosto de 1999, la Asociación Damas Patricias Argentinas Remedios de Escalada de San Martín colocó en el templete una réplica de la bandera de los Andes, bordada por la Sra. Martha Romay Ceballos de Pedernera, que hoy cobija bajo sus pliegues la memoria de aquellos que engendraron a quien nos diera Patria y Libertad. 2
Notas
1. Registro de Inhumaciones de Mujeres, año 1823, Cementerio de la Recoleta (Transcripción del folio 38 del libro de muertos, en el que se hallan las cantidades de los del sexo femenimo con expresión de su estado, origen y condición).
2. “Corona Fúnebre”. Homenaje de la República Argentina a los Padres del Libertador General D. José de San Martín”, Instituto Nacional Sanmartiniano, Buenos Aires, 1948.
3. La “corona Fúnebre” nos indica que procedía de “distintos puntos de la Patria, inclusive de los campos de batalla de San Lorenzo, Chacabuco, Maipú, Río Bamba, Junín y Ayacucho”.
4. Registro de Inhumaciones de Hombres, año 1947, cementerio de la Recoleta, e ídem de Mujeres.
Información adicional
HISTORIAS DE LA CIUDAD. Una revista de Buenos Aires
Declarada de “Interés de la Ciudad de Buenos Aires” por la Legislatura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Año II – N° 6 – Octubre de 2000
I.S.S.N.: 1514-8793
Registro de la Propiedad Intelectual N° 100.991
Categorías: Edificios Públicos, En obra / construcción, PERSONALIDADES,
Palabras claves: cementerio, recoleta, enterrado
Año de referencia del artículo: 1950
Historias de la Ciudad. Año 2 Nro6