La presencia de Juan José Paso en los primeros años de la independencia de las Provincias del Río de la Plata, es una constante hasta 1833, año en que muere. Su actuación junto a figuras señeras, ha hecho que no sea el centro de la atención pero sí que obligue a una simple y sencilla pregunta: ¿Por qué Juan José Paso a lo largo de su vida, ha estado siempre presente en los momentos claves de nuestra historia? Esta pregunta comienza a tener respuesta a medida que conocemos algunas características de la trayectoria de este destacado porteño.
Los primeros años. Sus estudios
Juan José Paso nació en Buenos Aires, en el barrio de San Francisco y falleció en San José de Flores. Nacido como Juan José Esteban del Passo, el 2 de enero de 1758, era hijo de Domingo del Passo, nacido en Rivas de Mary, San Pedro de Bugarillo, Arzobispado de Santiago de Compostela. Su madre María Manuela Fernández y Escandón, era hija de padre español y madre criolla. Don Domingo del Passo fue panadero y también Capitán de Milicia. La casa familiar estaba ubicada frente a la Iglesia de San Francisco. Juan José fue el segundo de los siete hijos del matrimonio. Don Domingo del Passo logró, gracias a su trabajo tener una pequeña fortuna. Contribuyó con donaciones a la construcción de la iglesia de San Francisco.
En la escuela que funcionaba en San Francisco Juan José cursó los estudios primarios. Los secundarios los realizó en el Colegio de San Carlos. Por haberse trasladado a Córdoba, terminó sus estudios en el Colegio de Montserrat. En 1775 se graduó de bachiller en filosofía y artes. Continuó sus estudios y se doctoró en Teología, en 1779.
De regreso en Buenos Aires, es nombrado profesor de filosofía en el Colegio de San Carlos. Dicho nombramiento se realiza por el decreto del 22 de julio de 1783.
En 1785 deja la ciudad de Buenos Aires e ingresa a la Universidad de Chuquisaca. Se recibe el 22 de septiembre de 1791 de doctor en leyes. Juan José tenía ya 33 años. Quizás éste sea uno de los aspectos poco conocidos de Paso. El tiempo transcurrido es interpretado por algunos autores como una cuestión vocacional. “Creemos, aunque el P. Furlong no se decida por ello, que habrá sido corista en la Orden de predicadores, porque su nombre figura entre los estudiantes religiosos de la época.”[i] Suponemos entonces un acercamiento a la vida religiosa y la posterior decisión vocacional de dedicarse a la abogacía.
El período en el que Paso estudió derecho, tiene un marco especial. Estamos hablando de los años posteriores a la expulsión de los jesuitas por Carlos III de España, de sus dominios. Cabe señalar los problemas que tuvieron las cátedras de la Universidad de Chuquisaca, después de la expulsión. “El caso es que con los bienes de los jesuitas se convino un arreglo, se dio forma a los estudios y se creó la Real Academia Carolina (1776), destinada a la práctica jurídica de la juventud dedicada al foro”.[ii]
Uno de los puntos en los que se sustentó la expulsión, además del motín de Esquilache,[iii] fue la influencia de los pensadores políticos jesuitas. Las doctrinas que de ellos devenían fueron perseguidas. Por ese motivo se puso fin a la libertad de cátedra en las universidades, creándose los “censores regios”. Entre las cuestiones que dichos censores debían evitar, era no consentir las disputas o cuestiones que expusieran doctrinas favorables al tiranicidio o regicidio, ni otras semejantes. Por ese motivo, Paso para ingresar a la Real Academia Carolina de Chuquisaca, donde realizará la práctica forense, debió jurar “¿Promete Ud defender la sesión 15 del Concilio constantinense que proscribe el regicidio y Tiranicidio?”.[iv]
Después de haber cumplido con la práctica establecida, se le reconoció su título de abogado, pudiendo ejercer la profesión en las ciudades de Lima, Charcas y Buenos Aires. Parte rumbo a la capital del Virreinato del Perú y permanece allí hasta los primeros años del siglo XIX. En Lima ejerce y perfecciona su profesión de abogado. Intentó sin suerte dedicarse a la actividad empresarial.
De vuelta en Buenos Aires.
Lo volvemos a encontrar en el Virreinato del Río de la Plata en 1802. De ese año es su inscripción en la Matrícula de Abogados de la Real Audiencia. En 1803, durante el Virreinato de Joaquín del Pino, fue nombrado Agente Fiscal de la Real Audiencia.
En el año de 1806, con 48 años, es nombrado Diputado Sustituto del Consulado, cuando los comerciantes solicitaban la abolición del tráfico comercial con puertos extranjeros. En 1806 también encontramos a sus hermanos Vicente José, Francisco e Ildefonso colaborando en la Reconquista. Juan José participó en el Cabildo Abierto del 14 de agosto de ese año, cuando se destituyó al virrey Sobremonte y Santiago de Liniers queda a cargo del mando militar. Paso contaba con prestigio tanto entre los pobladores españoles como americanos, pero comenzó a actuar dentro del grupo criollo. Junto a Joaquín Campana, Manuel José de Lavardén y Juan Martín de Pueyrredón, lideró a quienes pedían que Sobremonte fuera sustituido por Liniers.
Es de suponer, por su pertenecía al grupo criollo que haya participado en la asonada del 1 de enero de 1809. Aunque este hecho, que tuvo en un corto lapso variadas alternativas, dejó como saldo la detención de un amigo de Paso, el presbítero doctor Luis Chorroarín, rector del Real Colegio de San Carlos.
En la época previa al 25 de mayo de 1810, Paso adhiere, junto a su hermano Francisco, a las concepciones políticas del carlotismo, que implicaban la adhesión a los posibles derechos de la princesa Carlota Joaquina de Borbón, hermana del rey Fernando VII y esposa del rey Juan VI de Portugal. El carlotismo en el Río de la Plata, es considerado por varios autores como un medio para el logro otros objetivos. “El movimiento carlotista no alcanzó mayor resonancia en Buenos Aires. Frenó su desarrollo la desconfianza a las intenciones [expansionistas] de Portugal. Pero si a los nombres de los carlotistas que hemos visto actuar se le agregan los incluidos por Saavedra, a saber, Juan José Paso y Mariano Moreno, resultaría que salvo Juan Larrea, Domingo Matheu y el Pbro. Manuel Alberti, todos los que integraron la junta de 1810 fueron carlotistas….”. [v]
Al comenzar 1810 se acercaba lo que Saavedra llamó la esperada oportunidad. “El mismo Cisneros el 18 de mayo del año 1810, anunció al público por su proclama, que sólo Cádiz y la isla de León se hallaban libres del yugo de Napoleón”.[vi]
Ese mismo día se realiza la primera reunión de quienes pensaban que el país debía estar gobernado por sus hijos y no por extraños. Se reúnen en la casa de Nicolás Rodríguez Peña y un Paso participa, Francisco, el hermano de Juan José.
El 22 de mayo, el Cabildo Abierto se inició con la lectura de la proclama ordenada por los nuevos acontecimientos peninsulares. El escribano Justo Juan Núñez la leyó y sobre ese texto se da el debate para establecer la proposición que debía votar la Asamblea. “La cuestión sobre la que debía votarse se fijó, a saber: ¿Si don Baltazar Hidalgo de Cisneros debía cesar o continuar con el mando de estas provincias en las circunstancias de hallarse solamente libre del yugo francés, Cádiz y la isla de león, y si debía erigirse una junta de gobierno que reasumiese el mando supremo en ellas?”.[vii] Según Vicente Sierra la fórmula decía: “Si la autoridad soberana ha caducado en la península o se halla en lo incierto”. [viii]
La disertación del Obispo Lué, la réplica de Castelli, las palabras de Ruiz Huidobro y la exposición del Dr. Villota, dejaron el escenario dispuesto para que sobresaliera la intervención de Juan José Paso. “Ante tan sólido argumento jurídico, Castelli y Rodríguez Peña reclamaron que Paso terciara en el debate”.[ix]
Dice muy bien el señor fiscal, que debe ser consultada la voluntad general de los demás pueblos del virreinato; pero piénsese bien en el actual estado de peligros a que por su situación local se ve envuelta esta capital. Buenos Aires necesita con mucha urgencia ponerse a cubierto de los peligros que la amenazan, por el poder de la Francia y el triste estado de la Península. Para ello una de las primeras medidas debe ser la formación de una junta provisoria de gobierno a nombre del señor don Fernando VII y que ella proceda a invitar a los demás pueblos del virreinato a que concurran por sus representantes a la formación del gobierno permanente. [x]
Su exposición, estuvo en acuerdo y continuidad con lo expresado con Castelli. Como experto en Derecho precisó los términos sosteniendo que Buenos Aires tenía que tomar una actitud ante los actuales peligros. La situación española y el poder francés en expansión no dejaban margen y “como hermana mayor” Buenos Aires tenía que tomar la iniciativa. Posteriormente, pasado este momento de definición se sometería la cuestión a las provincias. El argumento utilizado por Paso según Vicente Fidel López y Bartolomé Mitre es el “negotiorum gestorum”.
Así se dio lo que algunos denominan la “fórmula de Mayo”. Castelli dejando en claro la vacancia de la Corona y la reversión de los derechos del pueblo. Paso estableciendo la representación de Buenos Aires en nombre del resto con cargo de dar cuenta en el futuro.
En la votación Paso adhirió a la fórmula del catedrático Presbítero. Luis Chorroarín que proponía que se subrogue otra autoridad a la del virrey. Hacía recaer el mando en el Cabildo hasta la erección de una Junta de Gobierno.
En el relato de los acontecimientos del 22 de mayo hecho por Nicolás de Vedia, compara y califica el desempeño de Paso: ““[Moreno] estaba allí sólo para observar y no para dar la cara, como lo hizo Castelli y lo imitó con dignidad y con nobleza don J. J. Paso. A estos y no a Moreno se debe la gloria del convencimiento en favor de los derechos del Pueblo en aquella crisis verdaderamente crítica””[xi].
La conformación de la junta quedó plasmada en un petitorio, en papel sellado pedido por el Cabildo. Cabe señalar que algunos de los integrantes no lo firmaron, entre ellos Paso.
En la segunda acta subscripta el 25 de mayo se revoca la Junta designada en bando del día anterior y se confirma la presentada en el petitorio. El 28 de mayo la Junta dicta su reglamento y divide a la secretaría en el departamento de Hacienda y en el de Gobierno y Guerra. De acuerdo a sus antecedentes y su prestigio profesional, Paso es designado Secretario de la Primera Junta de Gobierno, ocupándose del despacho de los negocios de Hacienda. Al principio los secretarios no tuvieron derecho a voto. En los documentos de esta época la firma de Paso lleva la grafía original: Passo.
En la Primera Junta
Los problemas para la Junta no se hicieron esperar. El 6 de junio en Montevideo se realizó un Cabildo Abierto donde se reconoce a la Junta de Buenos Aires y se accede a participar estableciendo ciertas limitaciones. Surge una fuerte corriente encabezada por el Comandante de Marina José María de Salazar contraria al cambio. Como la situación se tornaba complicada, la Junta envió a Paso a Montevideo en misión diplomática. Viajó con sus hermanos Ildefonso y Francisco. Llegó a Colonia el 12 de junio. Alegando temas de seguridad, es detenido en las afueras de Montevideo. Un día después fue recibido en audiencia en el Cabildo y en la casa del Gobernador Militar, donde son escuchadas las razones de su viaje. Se dispuso convocar a un Cabildo Abierto para el día 15 para que Paso expusiera e hiciera entrega del oficio del que era portador. La disertación del Dr. Paso encontró, en la réplica del Comandante Salazar una oposición basada en la supuesta supervivencia del Consejo de Regencia. En su exposición Paso expresó los motivos de la instalación de la Junta, sus fines y las razones para no reconocer al Consejo de Regencia. Salazar contestó con vehemencia y no se llegó a la votación. El Cabildo terminó en tumulto. Al día siguiente la respuesta del Cabildo de Montevideo fue contraria a la postura porteña. A pesar de esto, Paso se reunió en forma confidencial con Salazar y con el gobernador Joaquín de Soria. El resultado fue la indicación de que Paso abandonara lo antes posible el suelo oriental. Su vida corrió peligro.
Estando en el cargo de Secretario de Hacienda, Paso debió lidiar con el tema del contrabando. Hubo varios casos de buques ingleses implicados. La Junta debió tratar con el “Comité de Comerciantes ingleses”, que presionaron para una baja de los derechos. Por otra parte, no se modificó lo establecido respecto del régimen comercial y fijó su postura en la nota al embajador inglés en Río de Janeiro. En ella expresa que sigue vigente el comercio liberal que practicaban los ingleses- devenidos en aliados por la invasión napoleónica- desde 1809. Pero que veían con desagrado la cantidad de productos introducidos por la actividad del contrabando.
El 18 de diciembre se produjo la integración de los diputados del interior a la Junta de Gobierno. En esa reunión Juan José Paso sostuvo que los diputados de las provincias no debían incorporarse, ni tomar parte activa en el gobierno provisorio. Posteriormente, cuando Moreno se había alejado de su puesto, Paso permaneció junto a Saavedra, al igual que Domingo Matheu. Incluso prosiguió en su cargo de Secretario, después de la revolución del 5 y 6 de abril de 1811.
La relación del gobierno de Buenos Aires con Montevideo y con el ahora virrey Elio, seguía siendo complicada. Se le sumaron a esta realidad otras distintas y de gran importancia: la victoria de Las Piedras- 18 de mayo de 1811-; el pedido a Elío de la rendición de Montevideo; el bloqueo y bombardeo de Buenos Aires; la intromisión de Portugal en la Banda Orienta; la derrota de Huaqui-20 de junio de 1811-.
Ante la injerencia de Portugal en la Banda Oriental, la Junta dispuso que tres de sus miembros- el deán Gregorio Funes, Juan José Paso y José Julián Pérez-, se pusieran en contacto con Elío. Para esta época Elío conocía el resultado de Huaqui y se reanudó el bombardeo a Buenos Aires. Ante la situación la Junta envía a Paso, en misión de buena voluntad con el apoyo de Inglaterra. Gregorio Funes, José Julián Pérez, Ignacio Álvarez Thomas, José de la Rosa y Juan José Paso fueron en la fragata británica “Nereus”. Llegaron el 14 de agosto de 1811 y Elío, desconfiando de los portugueses, finalmente aceptó dialogar con el auspicio de la bandera inglesa. El 2 de septiembre de 1811 se convino un armisticio de 10 artículos conocido como Preliminares de Paz, redactado por Paso. Aunque la Junta de Buenos Aires, no estuvo muy conforme con el texto acordado se continuaron las tratativas. Autorizó a Paso, a Pérez y a García de Cossio a negociar el Tratado Definitivo de Pacificación. Dicho tratado se firmó el 20 de octubre de 1811. Lo suscribieron el Primer Triunvirato y el virrey Elío. Establecía el cese de las hostilidades, el levantamiento del bloqueo naval sobre Buenos Aires, el reconocimiento de la soberanía de Fernando VII por ambas partes, la autoridad de Elío como virrey sólo sobre Montevideo y el territorio cedido, y la retirada de las tropas revolucionarias y portuguesas de la Banda Oriental y de las villas entrerrianas de Concepción del Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú.
Los Triunviratos
Los distintos acontecimientos ya citados ocurridos en 1811 y especialmente la batalla de Huaqui incrementó el desprestigio de la Junta Grande. Cornelio Saavedra, presidente de la Junta, decidió encargarse de la reorganización del Ejército del Norte. A esta circunstancia se le sumó la elección de dos nuevos diputados por Buenos Aires. El 12 de septiembre le fue entregado al Cabildo un petitorio que será el germen de los próximos cambios. Hubo desórdenes provocados por grupos de enemigos de Saavedra. Pero también en este momento Paso tenía sus propios partidarios. “Los mil nombres seleccionados para actuar como electores ……no fueron extraídos de las filas del saavedrismo ni de las del morenismo, sino de los círculos de la pequeña burguesía ciudadana-comerciantes, hacendados e intelectuales- sin otra filiación que su repudio al predominio de los provincianos en el gobierno y contrarios a la orientación populista, tanto como a la gravitación militar del “saavedrismo”. Tales electores fueron digitados procurando neutralizar las dos grandes tendencias que se oponían, abriendo camino a una tercera, cuya mejor expresión fue el grupo de Juan José Paso, manifestación del oportunismo en política y vocación de tercería en las discordias como de conciliación entre los extremismos, que facilitó a su jefe e inspirador mantenerse a flote en medio de grandes borrascas”. [xii]
En el Cabildo Abierto del 19 de septiembre, se eligieron a los nuevos diputados porteños para integrar la Junta Grande. Fueron elegidos Juan José Paso y Feliciano Antonio Chiclana. Manuel de Sarratea fue elegido como suplente. También se trató la forma de organización que finalmente llevó a la constitución del Primer Triunvirato, el 23 de septiembre, integrado por Paso, Chiclana y Sarratea. La Junta Grande pasó a ser Junta Conservadora con funciones legislativas.
A estas alturas salvo Juan José Paso, todos los integrantes de la Primera Junta de Gobierno, constituida el 25 de mayo de 1810, habían dejado de formar parte del gobierno.
Como triunviro, fue obra del Dr. Juan José Paso el Reglamento del Tribunal de Concordia. Posiblemente mucho ha tenido que ver con el Reglamento de Institución y Administración de Justicia, importante aporte del Triunvirato. Era un breve código de cincuenta y seis artículos, para agilizar la administración de justicia.
El 26 de febrero de 1812, la renuncia de Chiclana a su cargo, dejó en evidencia un conflicto con Juan José Paso, que involucró a su hermano Francisco. Las alternativas por supuestas calumnias, nos muestran las debilidades existentes entre los hombres a cargo de tan relevantes puestos. Zanjado dicho conflicto, el 23 de marzo Paso fue reemplazado interinamente por Rivadavia, al haberse cumplido seis meses de su designación. Paso comenzó desde el llano a oponerse al primer triunvirato. Cautelosamente fue organizando sus partidarios. Por ese motivo al conocerse la noticia el 5 de octubre de la victoria en la batalla de Tucumán-24/25 de septiembre de 1812.- sus seguidores estuvieron en las calles junto con los partidarios de la Logia Lautaro.
Todo este período está atravesado por el accionar de Bernardino Rivadavia y por la organización de la convocatoria a una Asamblea General Constituyente. El triunvirato estaba ahora formado por Juan Martín de Pueyrredón, Pedro Medrano y en reemplazo de Chiclana, para completar el período por renuncia, Manuel Obligado. Hasta ese momento la influencia de Rivadavia parecía predominar.
En la mañana del 8 de octubre otro fue el panorama. Los jóvenes de la Sociedad Patriótica, paisanos y grupos civiles, entre ellos los partidarios de Paso, pedían Cabildo Abierto, con el apoyo de los cuerpos militares. Se presentó un manifiesto al Cabildo con cuatrocientas firmas, forzando la renuncia del Triunvirato. Esta revolución tenía como propósitos la declaración de la independencia y la sanción de una constitución. Se elige el Segundo Triunvirato integrado por Juan José Paso, Antonio Álvarez Jonte y Nicolás Rodríguez Peña. “Terminada esta sui generis[xiii] forma electoral se procedió a la calificación de los votos emitidos, resultando noventa y siete votos a favor de J.J. Paso y ochenta y siete en su contra…..La nota saliente de estas cifras corresponden a las de Paso, quien resultó electo por sólo nueve votos, al punto que cabe inferir que los miembros de la Sociedad Patriótica y los de la Logia Lautaro lo hicieron en contra de su nombre ….En la confusión del momento, Juan José Paso, apoyado por sus partidarios, logró meterse entre la Sociedad Patriótica y la Logia Lautaro y ocupar un puesto en el nuevo gobierno, aunque por precario margen de votos”.[xiv].
Al día siguiente de los sucesos, las pasiones y los odios entraron a actuar. A fines de 1812 se puede apreciar las diferencias y falta de entendimiento entre los integrantes del Triunvirato. En enero de 1813 hay denuncias de conspiración que involucraban a Francisco e Ildefonso Paso, hermanos de Juan José. Las hipótesis sobre estos hechos son una obstrucción más para constituir la Asamblea o las ambiciones de Paso de manejar el escenario político, con cincuenta y cinco años de edad. La causa tuvo poca resonancia y terminó con la absolución de los acusados, después de once meses de prisión y la pérdida de sus cargos.
Paso como presidente del Triunvirato, instaló la Asamblea General Constituyente el 31 de enero de 1813, en los momentos en que sus hermanos eran procesados. A las nueve de la mañana se reunieron en el Fuerte los diputados electos y demás corporaciones. Partieron luego hacia la catedral donde se realizó el oficio religiosos correspondiente. En la misma catedral se tomaron los juramentos. Por primera vez no se juraba por Fernando VII. Los diputados electos juraron por la causa del país y la felicidad común de la América. Cumplido esta parte del protocolo, la comitiva se dirigió al Consulado, donde sesionará la Asamblea. En un breve discurso Paso dijo:
“El gobierno tiene mil motivos de esperar que los señores representantes responderán dignamente a la confianza de su alto destino: y yo el honor y la satisfacción de congratularme a nombre del Poder Ejecutivo en los felices momentos de su inauguración. Desde este momento, toda la autoridad queda concentrada en esta corporación augusta, de la que han de emanar las primeras disposiciones que el gobierno, con las corporaciones que le acompañan, se retira a esperar en su posada, para darles el más pronto y debido lleno, luego que constituida se digne a comunicárselas.
Cerca de tres años-agregó- hemos caminado desde el principio de nuestra revolución a paso vacilante y sobre sendas inciertas, todo por falta de un plan que trazase distintamente las rutas de nuestra carrera y destino. Tal vez éste, es el único principio que ha originado la variedad de opiniones, y la división de partidos que han debilitado considerablemente nuestra fuerza moral, que es de mayor necesidad concentrar…..”[xv]
Aspectos poco divulgados
En el presente trabajo, hemos abordado someramente la trayectoria de Juan José Paso hasta la Asamblea del Año XIII, que él inaugura. Hemos querido recordar la entrega de este porteño, que además impulsó la creación de San José de Flores donde se retiró en sus últimos años.
Los aspectos de su vida que hemos considerado como poco divulgados son algunos personales y otros propios de su actividad pública. Su posible crisis vocacional, sus estudios dedicados a la Filosofía y a la Teología y su actividad docente, nos llamaron la atención. Estas alternativas pueden explicarnos su personalidad serena y ordenada, su decir pausado. Algunos contemporáneos destacan su pulcritud y sus actitudes propias de un seminarista.
Las gestiones que le tocaron desempeñar en el Primer Gobierno Patrio, fueron muy delicadas, tanto la misión diplomática en Montevideo como las cuestiones propias de la Secretaria de Hacienda. Después, las turbulencias que van desde la integración de los diputados de las provincias a la Junta Grande, hasta su alejamiento del Segundo Triunvirato, nos muestran a Paso luchando por convertirse en una figura predominante.
No dudamos que sus ideas sobre independencia y organización fueron los pilares de su accionar y también de sus ambiciones. Tampoco dudamos que el estudio de sus ideas aporten nuevas interpretaciones sobre la actividad que desplegó por la independencia de la patria.
[i] CUTOLO, Vicente O., Nuevo diccionario biográfico argentino (1750-1930). Buenos Aires, Editorial Elche, 1968, tomo VI, p. 318.-
[ii] SIERRA, Vicente “Historia de la Argentina”, Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1981, tomo III, p 619.-
[iii] Motín de Esquilache (1766): contra el ministro de Carlos III, el marqués de Esquilache. Las peticiones de los amotinados fueron: cese de gobernadores extranjeros, supresión de la Junta de Abastos, rebajas en los precios de los alimentos de primera necesidad, mantenimiento de la tradición española en el uso de hábitos y vestimenta. El gobierno consideró que la compañía de Jesús estuvo detrás de los hechos.-
[iv] SIERRA, Vicente “Historia de la Argentina”, Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1981, tomo III, p 335.-
[v] SIERRA, Vicente “Historia de la Argentina”, Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1981, tomo IV, p 476.-
[vi] SAAVEDRA, Cornelio “Memoria autógrafa de Cornelio Saavedra”, en PALCOS, Alberto (Director) Los sucesos de Mayo contado por sus actores, en “Grandes escritores Argentinos”, Buenos Aires, W: M Jackson Inc., 1945, tomo XXXVI, p. 37.
[vii] SAAVEDRA, Cornelio “Memoria autógrafa de Cornelio Saavedra”, en PALCOS, Alberto (Director) Los sucesos de Mayo contado por sus actores, en “Grandes escritores Argentinos”, Buenos Aires, W: M Jackson Inc., 1945, tomo XXXVI, p. 49.
[viii] SIERRA, Vicente “Historia de la Argentina”, Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1981, tomo IV, p 538.-
[ix] CUTOLO, Vicente O., 1968. Nuevo diccionario biográfico argentino (1750-1930). Buenos Aires, Editorial Elche, tomo VI, p. 319.-
[x] Debates en el cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, Crónica Histórica, tomo I, p.125, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Noreste en hum.unne.edu.ar/academica/departamentos/historia/catedras/hist_argen_indep/otros/debat, consulta del 2 de agosto de 2012.
[xi] SIERRA, Vicente “Historia de la Argentina”, Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1981, tomo IV, p 544. En cursiva en el original.-
[xii] SIERRA, Vicente “Historia de la Argentina”, Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1981, tomo V, p 430.-
[xiii] En cursiva en el original. Se refiere a las circunstancias de desorden y a la presión ejercida sobre los capitulares.
[xiv] SIERRA, Vicente “Historia de la Argentina”, Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1981, tomo V, p 577/578.-
[xv] SIERRA, Vicente “Historia de la Argentina”, Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1981, tomo V, p 598.-
Información adicional
Bibliografía
CUTOLO, Vicente O., Nuevo diccionario biográfico argentino (1750-1930). Buenos Aires, Editorial Elche, 1968
LUNA, Félix . “Breve historia de los argentinos”, Buenos Aires: Planeta, 1994.
SAAVEDRA, Cornelio “Memoria autógrafa de Cornelio Saavedra”, en PALCOS, Alberto (Director) Los sucesos de Mayo contado por sus actores, en “Grandes escritores Argentinos”, Buenos Aires, W: M Jackson Inc., 1945
SIERRA, Vicente “Historia de la Argentina”, Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1981
Yunque, Álvaro
Categorías: PERSONALIDADES, POLITICA, Política
Palabras claves: Paso, independencia
Año de referencia del artículo: 1816
11mo Congreso