Editorial
La Junta de Estudios Históricos hoy se encuentra empeñada en proseguir la investigación, acerca del crecimiento de la población de nuestro barrio y las características de sus habitantes, mediante la consulta de censos, archivos y documentos.
En nuestras metas planteamos como temas relevantes: Constitución en sus orígenes (que se remontan al siglo XVIII) , las luchas obreras, la participación en nuestra historia, el significado de su nombre y todo aquello que contribuya a seguir su itinerario en nuestra ciudad.
También estamos procurando entender la participación de sus vecinos (músicos, poetas, escritores, actores, operarios, docentes, trabajadores) en todo aquello que queremos conservar como memoria barrial. Esta relación necesita ser profundizada con escuelas, sindicatos, iglesias y asociaciones culturales.
Este año deseamos comenzar a registrar la memoria oral de sus antiguos protagonistas, recuperando la fisonomía original que fue cambiando hasta convertirse en un barrio de paso.
Breve historia del barrio
El Barrio de Constitución, uno de los sitios más antiguos de la ciudad, tuvo dos polos en su crecimiento edilicio y poblacional. Uno de ellos fue la Plaza de Carretas del Mercado de Constitución (1857), alrededor del cual se fue desarrollando su tejido urbano más característico. El otro fue la Parroquia de la Iglesia de la Concepción, creada en 1769, en el marco de las reformas administrativas impulsadas por los Borbones, para acompañar el crecimiento espontáneo de la zona. Sirva como prueba de esta última afirmación el testimonio de la Beata María Antonia de San José, fundadora de la Casa de Ejercicios Espirituales -ubicada en el barrio-, con motivo de solicitar al virrey (en 1794) el permiso de edificación de dicha institución. En las notas que presenta pide el deslinde de calles, mesuras y amojonamientos, informando que las casas de las inmediaciones se encuentran desarregladas y que es necesario poner remedio antes que con el sucesivo aumento de la población se haga todo irreparable.
Este primer arrabal fue testigo de innumerables hechos históricos: desde la participación en los sucesos de la Revolución de Mayo, a la algarabía del Mercado del Sud y de los bailes populares que se desarrollaban allí y, lamentablemente, también del fusilamiento de mazorqueros famosos como Ciriaco Cuitiño, Manuel Troncoso y Leandro A. Alen en la plaza de la Concepción. Y quiso el destino que el nieto del último de los mencionados, el Dr. Hipólito Yrigoyen, primer presidente democrático, constituyera su residencia en una casa de la calle Brasil, en las inmediaciones de la Plaza Constitución. Pero lo que más singulariza al barrio es la estación de Ferrocarril que está desde 1864. Su presencia albergó a muchos pasajeros porteños y de la Zona Sur.
Este populoso lugar, aún conserva edificios memorables como la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, la Academia Porteña del Lunfardo en la calle Estados Unidos, la Asociación francesa de ex Combatientes, las instalaciones del diario Crítica y el recuerdo de los poetas que recorrieron esta zona o vivieron en ella: Borges, Dante Linyera, Raúl González Tuñón, Nicolás Olivari y Héctor Gagliardi, entre otros. O de los más recientes escritores que vivieron allí como Héctor Murena y Juan José Sebrelli, además de los escritores nóveles que fijaron residencia o frecuentaron sus hoteles, como Germán García y Osvaldo Lamborghini.
El barrio de Constitución, nuestro barrio del corazón es un lugar mágico y entrañable no sólo para sus vecinos sino para cualquier habitante de Buenos Aires.
Breve historia de la junta
La Junta de Estudios Históricos del Barrio de Constitución se constituye el 26 de diciembre de 1984, fijando domicilio provisorio en la Av. Juan de Garay 823 -1° piso. Los miembros fundadores fueron: Dr. José Juan Maroni (Presidente Honorario), Dr. Antonio Jorge Costa (Presidente), Dr. Juan Fariña (Vicepresidente 1°), Sr. Alberto Cafferata (Vicepresidente 2°), Dr. José Gómez Mendizabal (Sec. General), Sra. María Concepción Amura (Prosecretaria), Prof. Ermelinda Solari (Secretaria de Actas), Sr. Andrés Álvarez Contreras (Secretario de Prensa y Relaciones Públicas), Sr. Miguel Ángel Fariña (Tesorero), Sr. Sergio Favier Dubois (Sec. de Biblioteca y Archivo), Sr. Eduardo Mario Favier Dubois (Vocal) y Sr. Ernesto Gómez Mendizabal (Protesorero). ¿Qué los convoca? La investigación y difusión de la historia del barrio del que muchos eran vecinos, entre ellos, el Dr. Maroni, el Dr. Costa, la Sra. Amura. Es justamente el Dr. Maroni quien escribe uno de los dos libros que hay sobre el barrio, el otro le pertenece a un vecino cercano, el Prof. Puccia. Ambos textos nos guían para seguir indagando y completando la temática.
El acto de lanzamiento tuvo lugar el 25 de octubre de 1985 en el colegio Santa Catalina, Piedras 1527. Se entregaron en esa oportunidad, como en muchas otras, pergaminos recordatorios que el Dr. Costa confeccionaba dada su condición de calígrafo. Para que este acontecimiento fuera exitoso, ya que se trataba, nada más y nada menos, que de dar a conocer en el barrio la existencia de la Junta, se cursaron 150 invitaciones y se repartieron 300 volantes, también se consiguió que Padilla, una firma vecina, donara el café que se sirvió durante el evento. En el año 1986 se incorpora el prof. Juan Esteban Serchio, vecino del barrio, a quien se designa como delegado ante la Junta Central.
Poco después de entrar en funcionamiento, los integrantes se abocaron a la confección del emblema que la identificaría. Se formó una comisión integrada por los doctores Maroni y Costa y el Sr. Sergio Favier Dubois. El Dr. Maroni sugirió que contenga una carreta sobre los altos de un terreno. Se agregan una escarapela, el ejemplar de una Constitución, las torres de la iglesia Inmaculado Corazón de María y una locomotora.
Cumpliendo las metas que se habían propuesto sus miembros producen material de consulta, entre otros: “El Instituto Oftalmológico Lagleyse y el Barrio de Constitución” del Dr. Costa, “Borges y el Barrio de Constitución” del mismo autor, “El espacio de Buenos Aires – Espacio Geográfico y Urbanización”, “Buenos Aires, vida cotidiana años treinta”, “Nacimiento del Tango” del Sr. Sergio Favier, “Un acontecimiento en el Barrio de Constitución, atentado contra el presidente Yrigoyen” del Dr. Costa, “Los orígenes del Barrio de Constitución, el mercado y la plaza”. También colaboran con las actividades que la Junta Central lleva adelante, concurren y participan de los actos escolares, se vinculan con asociaciones culturales vecinas -Asociación Vacaro, Reducci de la Guerra Europea, la Unión Francesa de ex-Combatientes, las Entidades Comunitarias del Barrio de Constitución-, intervienen en programas radiales y de televisión, en mesas redondas, brindan su apoyo en los festejos que se llevan a cabo con motivo del aniversario del barrio, organizan concursos de manchas, dan conferencias que acompañan con diapositivas. En el año 1987 se coloca una placa de bronce en la base del copón de la Plaza Garay, con motivo de los 130 años del barrio, que posteriormente desapareció.
En el año 1989 sus miembros forman parte de la Junta promotora para el concurso del emblema del barrio. Gana el proyecto que presenta el Dr. Costa en el que se observan las torres de la iglesia Inmaculado Corazón de María, una locomotora y la autopista.
Cabe destacar que el Dr. Costa cede a la Junta Central de Estudios Históricos el departamento de la calle Piedras1471- PB “C” para biblioteca, la que hoy merecidamente lleva su nombre.
El 1° de junio de 2006, por enfermedad del Dr. Costa, asume la presidencia el Prof. Juan Esteban Serchio. Las reuniones se realizan a partir de ese momento y hasta el año 2006 en el local de la Escuela N° 7 “Juan de Garay” del D.E. 5°. Con posterioridad se fija la sede en 15 de Noviembre 1125, domicilio del Lic. Jorge Quiroga, su actual presidente. Justo es recordar a la prof. Nelly Russo, quien ingresa a la junta en el año 1989, comprometiéndose con la tarea y prestando valiosa colaboración con la Junta Central y las asociaciones y escuelas barriales, a la Sra. Lidia de Favier y a los Sres. Ottimio Gago y Giraudi.
Lamentablemente, la mayoría del archivo histórico se perdió. Obraba en el domicilio del Dr. Costa y, a su muerte, las personas que lo cuidaron entregaron sólo fotocopias, algunas poco legibles, y en ese derrotero desaparecieron también algunos trabajos de investigación. Tal vez esto, ilumine a los integrantes de este colectivo, que son las juntas, a dejar a buen resguardo la documentación para que permanezcan en el tiempo el esfuerzo y la dedicación de los que comenzaron a indagar los orígenes de su lugar de pertenencia.