Editorial
Museo y Ateneo de Estudios Históricos de Nueva Pompeya, Sáenz 971, a metros de la Basílica (tiene un cartel identificatorio del GCBA). Desde septiembre de 1971 ininterrumpidamente lleva una labor dedicada a la historia y el arte.
Breve historia del barrio
Destruido el primer asentamiento y producida la segunda fundación de Buenos Aires por don Juan de Garay, las tierras de este barrio, bajas y anegadizas, no fueron adjudicadas y quedaron en manos de la Construcción Ciudadana y Cambio Cultural Jefatura de Gabinete 17 Fecha de Publicación: 11/06/2013 corona. Es así como estas tierras fueron pasando de mano en mano hasta que llegaron a Bartolomé Burgos, quien diera el nombre al vado que pasó a llamarse, Paso de Burgos. Era una zona poco poblada y de quintas, sin embargo, fue adquiriendo importancia por ser uno de los pocos lugares en que era posible atravesar el Riachuelo, era una zona estratégica y una puerta de entrada para los que venían desde el sur. Por otra parte, hasta esa altura del Riachuelo era posible navegar, razón por la cual se facilitaba el contrabando, una de las formas de comercio más activas en la época del Virreinato. A fines del siglo XIX, la zona comienza a crecer. Favorecida por la instalación de los mataderos, se desarrollaron a su alrededor saladeros, curtiembres e industrias relacionadas derivadas de la actividad de los mataderos. Puente Alsina Este puente es uno de los principales símbolos del barrio y su primera construcción data del año 1855. Enrique Ochoa, un comerciante español, firma un convenio con el entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Valentín Alsina, para la construcción de un puente, cercano al Paso de Burgos. Este pasaje estaba destinado al uso público bajo el pago de un peaje. Los primeros dos puentes, construidos en 1855 y 1856, fueron destruidos por las crecientes del Riachuelo. El tercer intento estuvo a cargo del arquitecto alemán Otto von Lobbe, realizado en madera de lapacho, quebracho y urunday. Se inauguró en 1859 bajo el nombre de Valentín Alsina, en homenaje al gobernador. Este puente subsiste hasta el año 1910, luego fue reemplazado por uno de hierro. Finalmente, el 26 de noviembre de 1938 se inaugura el actual puente bajo el nombre de Puente José Félix Uriburu. Este nombre siempre fue resistido por el pueblo que lo seguía llamando Puente Alsina hasta que en el año 2002 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires restituye su original nombre. Fuente: JOULIE, P. Nueva Pompeya. Apuntes sobre su historia. Buenos Aires, 2008. Foro de la Memoria de Pompeya. Emblema: Está formado por el Puente Alsina, la Iglesia de Nueva Pompeya, el bandoneón y el farol como símbolos del tango, unidos a través de un abrazo fraternal.
Liliana Barela y Mario Sabugo
Breve historia de la junta
Surgido en 1971 como un proyecto de la Comisión de Cultura del Club Unidos de Pompeya, la entidad reunió una importante colección de fotografías y documentación que reflejan arte e historia.
El barrio de Nueva Pompeya esconde entre sus calles cientos de reconocimientos y homenajes al arte, a la cultura, que valen la pena visitar y destacar. Uno de ellos es el Museo y Ateneo de Estudios Históricos de Nueva Pompeya Nelly Nistal, en la avenida Sáenz al 900, que cuenta con un material y una historia muy particular.
Fue en 1971 cuando en el seno de la Comisión de Cultura del Club ‘Unidos de Pompeya‘, surgió la idea de realizar un gran homenaje al arte. Es por eso que distintas entidades del barrio como la Asociación Amigos de la avenida Sáenz, Asociación Mutualista del Bañado, Club de Leones de Nueva Pompeya, entre otras, se unieron para armar la comisión que tendría como objetivo llegar a ese homenaje.
‘La iniciativa nació en Pompeya‘, cuentan orgulloso aquellos fundadores en un escrito que hicieron en la primera reunión donde además quedó marcado que por primera vez en el país, un barrio rendiría ‘Homenaje a las Letras, el Color y la Música‘.
Lo primero que se hizo fue una gran cena donde se invitaron a más de cien artistas. Entre los muchos artistas que concurrieron a dicha cena, pasaron nombres como María Elena Walsh, Ernesto Sábato, Horacio March, Lucas Demare, y Julio De Caro, entre otros… Muchos de ellos dejaron sus obras y gracias a ese aporte se le dio inicio a lo que fue el primer Museo.
Luego la entidad se fusiona con el Ateneo de Estudios Históricos y pasa a denominarse ‘Museo y Ateneo de Estudios Históricos de Nueva Pompeya‘. El Museo y Ateneo dio vueltas por varias sedes pero a medida que iba creciendo se quedaba chico en espacio. Fue entonces que apareció Nelly Nistal, una profesora que había nacido en el barrio, quien donó de manera desinteresada su propiedad para que se pudiera armar el Museo en lo que fue la sede final en la avenida Sáenz 971, del mismo barrio de nueva Pompeya.
La entidad tiene como finalidad principal: reunir, preservar, y difundir todo testimonio artístico e histórico que hacen al acervo cultural del barrio. Reúne una importante colección de fotografías y documentación, valiosos manuscritos de Victoria Pueyrredón, Homero Manzi, Manuel Mujica Láinez, Cátulo Castillo, como así también objetos que pertenecieron a Julián Centeya y cuadros y esculturas de prestigiosas firmas como Antonio Berni, Primaldo Mónaco. Tiene editados tres cuadernos de investigación histórica, ‘El Paso de Burgos y el Barrio de Nueva Pompeya‘, ‘81 años en Nueva Pompeya‘, y ‘Los Poetas cantaron a Pompeya´ de Jorge BOSSIO, y en conjunto con la Asociación Mutualista del Bañado ‘Nueva Pompeya, mi barrio‘. Periódicamente se dictan conferencias en las escuelas de la zona y distintas entidades que lo solicitan.
El Museo Nelly Nistal rinde homenaje al acervo cultural.