Esta es la historia de un loteo que se extendió desde Villa Crespo a Palermo. Sus antecedentes se remontan a Rosas y a un capataz de éste. Intervino también el constructor de Palermo de San Benito, como tasador y realizador de la mensura y en la puja por su compra, años más tarde, se disputaron las tierras Francisco Bollini y la sociedad de Agustín Rafael Comastri y Francisco Terrero.
En el número 6 de la revista Historias de la Ciudad, el profesor Diego A. Del Pino publicó una pormenorizada investigación, en trabajo impecable, sobre “El mirador de Comastri”, ubicado entre las calles Fitz Roy, Loyola, Aguirre y Bonpland.
Allí comenta que el mirador “fue parte de la residencia de un italiano progresista, don Agustín Rafael Comastri, que mandara construir el edificio entre los años 1870 y 1875, como casco de sus extensas posesiones en esa región y lugar de vivienda de su numerosa familia”.
Compra de las tierras
¿De quién había sido esa propiedad anteriormente? ¿Qué había allí? Veremos que en este rastreo de antecedentes se vuelven a encontrar dos fieles y confiables personajes que trabajaron durante muchos años para Juan Manuel de Rosas, ambos en Palermo de San Benito y también en sus otras propiedades.
Agustín Rafael Comastri compró las primeras tierras, aledañas al arroyo Maldonado, en sociedad con Francisco Terrero en subasta pública.
El documento dice: “Se sacará a remate los días 21, 22 y 23 de agosto de 1865 del terreno de la quinta perteneciente a la testamentaría de Pedro Nolasco Calderón, situado en el partido de Belgrano calle por medio al Norte (hoy avenida Córdoba) con la quinta de la testamentaria de Roberto Coulin y por el Oeste calle en medio (hoy avenida Dorrego), con terrenos de la Chacarita de los Colegiales”.
Casi un año antes, el 2 de noviembre de 1864, Fermín Justo Pereda, el por entonces albacea, tutor y curador de los hijos menores de Calderón, pidió en la sucesión “la tasación a ojos por el maestro mayor Miguel Cabrera de la chacra situada en Belgrano. El maestro mayor nombrado procederá a hacer una división en lotes del terreno de que la chacra se compone teniendo presente para esto la conveniencia de la testamentaria y la facilidad en la venta debiendo presentar un croquis de esta operación con el fin de formarse un exacto juicio de su operación”.
El maestro mayor Miguel Cabrera había sido el constructor de la quinta de Palermo de San Benito y de las ampliaciones de la casa de Rosas en Moreno y Bolívar. Con su mujer fue padrino de casamiento, en segundas nupcias realizadas en la quinta de Palermo, de Pedro Nolasco Calderón.
Cabrera lo mensuró y tasó casi un año después del pedido de Pereda. En mayo de 1865 hizo la subdivisión de la quinta en cuatro terrenos con frente al Oeste (a la avenida Dorrego). Por ello cobró 2006 pesos.
Los terrenos quedaron con las siguientes medidas:
Lote Nº 1: 219 metros ó 254 varas y 36 centésimos de frente al Oeste, con 526 m. ó 607 v. de fondo al Este, con frente también a una calle al Norte (era la que hoy es la avenida Córdoba).
Estas medidas se repetían en el lote Nº 2.
Los lotes números 3 y 4 diferían muy poco de los anteriores; solamente en la medida del fondo, que era 526 m. 60 centímetros; o sea 608 v. 3 pulgadas —nótese que aún las medidas se daban en metros y su equivalencia en varas, cuando en 1838 ya habían sido aprobadas las unidades métricas y sus conversiones realizadas por Felipe Senillosa.
Luego de la mensura, Pereda dijo: “Debe corregirse en los lotes 3 y 4 que al hacerse la reducción de metros a varas se ha sufrido por el maestro mayor una equivocación que sería conveniente salvarla al anunciarse por los diarios la venta de los esperados lotes”.
“En1 veinte y tres del mismo (agosto de 1865) el oficial de justicia don Agustín Irrisarreu; asociado de mi el infrascrito Escribano, se colocó bajo de las galerías de la casa de justicia y por medio del pregonero público se anunció la venta del terreno situado en Belgrano perteneciente a la Testamentaria de Don Pedro Nolasco Calderón, dividido en cuatro lotes según lo expresa el anterior certificado, dando por resultado que Don Agustín Comastre (nótese el cambio de apellido al anotarlo, Comastre por Comastri) ofreció por el primer lote la suma de ochenta y cuatro mil trescientos treinta y cinco pesos moneda corriente, estaba tasado en 125.000 pesos. Por el segundo sesenta y siete mil seiscientos sesenta y ocho pesos m/c., estaba valuado en 100.000 pesos. Por el tercero también sesenta y siete mil seis cientos sesenta y ocho, que también estaba valuado en 100.000 pesos. El cuarto, valuado en 100.000 pesos, Comastri ofertó lo mismo que para los dos últimos, cuya oferta fue pregonada por el transcurso de toda la tarde, y como fuese puesto el sol y no hubiese ningún otro licitador que pujase á la oferta hecha por Don Agustín Comastri se declaró el remate a favor de éste por las cantidades arriba mencionadas dándole la buena compra. Con lo que concluyo el acto firmando el oficial de justicia con rematador, doy fe.” En los dos días previos, 21 y 22 de agosto, nadie había hecho ofertas.
Un nuevo interesado
Cuatro meses más tarde del remate, el 1º de diciembre de 1865, se presentó Francisco Bollini “y dice que tiene interés en esos terrenos por lo que está dispuesto a elevar la oferta de Comastri a $ 313.000. Este había ofertado en total $ 287.539”.
Fermín Justo Pereda, el albacea de los menores de la sucesión, que tenía tienda y mercería al por mayor y menor en Belgrano 257, el 13 de enero de 1866 aceptó la propuesta y dijo “que es válida tenerla en cuenta por cuanto los trámites del remate y la escritura aún no han finalizado”.
El juez de primera instancia Jorge Echeverría falló a favor de Comastri y Terrero con el siguiente argumento: “La oferta de Bollini excede solamente en la undécima parte del precio que fuera rematada. Para ser aceptada aquélla con preferencia debería superarla en la cuarta parte del valor ofrecido”.
El 13 de marzo de 1866, después de 14 años de la muerte de Calderón, Agustín Comastri dijo que la compra había sido hecha en sociedad con Francisco Terrero y pidió que la escritura se hiciera a nombre de los dos.
En posesión de los lotes
Más abajo, en el expediente sucesorio se apuntó: “Cuartel 2º del Partido de Belgrano, 1º de Abril de 1866:
“En cumplimiento de la orden que precede puse en posesión del terreno a que se hace referencia a los señores Dn. Agustín Comastri y Dn. Francisco Terrero en esta misma fecha.”
Lo firmó el alcalde Benjamín Peamulas.
Agustín Comastri construyó su casa y mirador en el segundo terreno cuyo frente daba al Oeste, sobre la calle que sería posteriormente la avenida Dorrego. En el primer terreno, cuyo frente también miraba al Oeste, el costado Norte daba a la que sería la avenida Córdoba. Los fondos de estos terrenos llegaban hasta la loma del cauce del arroyo Maldonado.
Esta fracción formada por los cuatros terrenos en que fue subdividida tenía como límites, al Oeste, la avenida Dorrego, al Norte, la avenida Córdoba; por el Sur limitaba con la avenida Corrientes y por el Este, con una línea que une las esquinas de Corrientes y Thames, y la avenida Córdoba y Fitz Roy. Esta línea sesgada era la loma de la barranca del Maldonado, que hasta allí llegaban los terrenos con frente a la avenida Dorrego. Por el Sur, arroyo Maldonado de por medio, limitaban con las tierras de Cueli.
En el plano que Saturnino Salas levantó de Los terrenos del Colegio Nº 1 Suerte principal, en 1830, estas tierras tienen el número de parcela 41 y 42, que medían 19,80 y 10,88 cuadras cuadradas respectivamente. Felipe Encina ocupaba la número 41 y Roque Repeto, la otra.
Calderón compra las dos quintas
Pedro Nolasco Calderón arrendaba estas tierras y el 26 de enero de 1850 comparecieron “Pedro Martínez del Valle2, albacea dativo del finado Roque Repeto y en representación también de Carmen Burgueño, vecina del Partido de San José de Flores (en 1850 aún no se había fundado el partido de Belgrano) y viuda de aquel. Él y su representada, federales de notoriedad, venden a Pedro Nolasco Calderón, de este vecindario, dos quintas contiguas sitas en el expresado Partido de San José de Flores, cuartel tercero de campaña con el edificio tanto de material como de paja, arbolada, zanjas y cercas que contiene, y cuyo terreno aunque dividido por una sola zanja forma aquí un solo cuerpo teniendo de superficie el más al Norte 20 cuadras, y el otro que separa dicha señal, 12 cuadras cuadradas; y linda el todo del terreno por el Norte calle en medio con Don Roberto Coulin, por el Sud con Herman Dufur; por el Oeste también calle en medio con José Henastrosa y por el Este arroyo Maldonado por medio con el susodicho Coulin y Don Juan Malcom; cuyas dos casas contiguas corresponden al compareciente y su representada por sus respectivas acciones a consecuencia del finamiento del intestado Roque Repeto que hubo las quintas deslindadas de esta forma: lo poblado por haberlo costeado y plantado de su exclusivo peculio y el terreno por compra que hizo al Superior Gobierno el 13 de octubre de 1835 ante el escribano Francisco María Ramiro y la otra fracción también por compra que hizo al Estado cuya escritura se la entregó el Gobernador y Capitán General de la Provincia Juan Manuel de Rosas el 17 de noviembre de 1836 por medio del escribano Mayor de Gobierno José Ramón de Basavilbaso”. Calderón pagó por las tierras 50.000 pesos.
¿Quién fue Pedro Nolasco Calderón?
Se lo nombra en Las memorias de Lamadrid 3 cuando éste relata que pasando el último día de carnaval de 1839 se dirigió a la quinta de Palermo y allí comió un asado con Rosas y posteriormente, en un bote pintado de color punzó, navegaron por el río y entraron por el arroyo Maldonado, “y saltamos a tierra a las inmediaciones de un pequeño puente donde estaba esperando un Capitán Calderón que cuida los caballos del señor gobernador…”.
Antes de hacer esta mención, Calderón ya trabajaba como capataz de Rosas, y lo encontramos en la correspondencia que éste mantenía con los capataces de sus estancias. Así, en julio 14 de 1836 le escribió a Pascual Peredo4, mayordomo en el Salado en el puesto de Constitución y de las haciendas de San Benito de Palermo (así se llamaba la hacienda herrada con una marca especial, no confundir con Palermo de San Benito que era donde Rosas tenía su quinta): “… Te remito con Calderón una quartella de alfalfa para que pon hoy en mi campo por las costas del Yriojol o callejón la sembres, pero sin arar la tierra. El objeto que tengo es una especulación, para ver si sale sin necesidad de arar; porque si en efecto así sale y se cría será una gran ventaja puesto que sembrando mucho podremos lograr los mejores engordes. Don Calderón que sembrándola luego que cae un aguasero que van bien, y que se puede sembrar en cualquiera tiempo, pero que ha de ser luego que acabe de llover. Por esto le mando a el para que te enseñe el modo de sembrarla, y que después se venga. De este modo ya quedarás impuesto para ir sembrando en adelante la semilla que yo te he de ir mandando, pues que si ahora no te mando más es por que no se ha podido allar más semilla buena en ninguna parte”.
A los pocos días Pascual Peredo le escribió a Rosas: “Constitución, Julio 30 de 1836.
Ya está sembrada la alfalfa que trajo don Calderón en sus campos”.
El establecimiento del Maldonado
Juan Manuel de Rosas tenía un matadero y saladero a orillas del arroyo Maldonado. Estaba en el camino a San Isidro (avenida Santa Fe), camino de Las Cañitas (avenida Luis María Campos) y avenida Dorrego. Allí trabajaban 285 personas y estaba a cargo de él Pedro Nolasco Calderón. Las planillas encontradas donde se detallan las ventas, compras y listado de personal abarcan desde 1843 hasta 18465.
Calderón, también, era el comisionado para la conservación del camino de San Isidro.
La familia Calderón
Pedro Nolasco Calderón se había casado en primeras nupcias con Mercedes Barrionuevo. Del matrimonio nacieron 7 hijos: Josefa, Rosaura, Nicanora, Mercedes, Pedro, Epístome y Melitón. Cuatro de ellos murieron muy jóvenes: Pedro, a los 18, fue sepultado en el cementerio de San Miguel del Monte el 27 de diciembre de 1860; Nicanora, que vivía en la calle Piedras, a los 21, el 10 de noviembre de 1858; Epístome, que vivía en Cangallo 371, murió de tisis el 12 de febrero de 1863, a los 22; Mercedes, que vivía en Cangallo 550, falleció el 21 de octubre de 1861, a los 30 años. Todos ellos sobrevivieron a su padre, que murió el 10 de octubre de 1852, a los 57 años.
Pedro Nolasco Calderón, al quedar viudo, contrajo segundas nupcias. La partida de casamiento dice6:
“En el año del Señor de mil ochocientos cuarenta y cinco a cinco de Abril, yo F. Francisco de P. Camargo Cura Rector de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar de la Ciudad de Buenos Aires dispensados por el Ilmo. Señor Obispo Diocesano las tres conciliares Proclamas y por comisión especial del mismo, autorizó el matrimonio que se celebró según el orden de Nra. Sa. M. Iglesia en la Quinta de Palermo, entre Dn. Pedro Calderón, viudo de Mercedes Barrionuevo, de 45 años de edad, natural de Córdoba del Tucumán, hijo legítimo de Dn. Francisco Calderón y de Da. Dominga Quiroga, y Dña. Candelaria González, soltera, de veinte y ocho años de edad, natural de Buenos Aires, hija legítima de Dn. Manuel González y de Da. Isidora Segarra. Fueron testigos Dn. Miguel Cabrera y Da. Olegaria Alegre. Y lo firmé Frn. Francisco de Paula Camargo.”
El casamiento tuvo lugar en la quinta Palermo de San Benito, cuando ésta ya estaba terminada. El padrino, Miguel Cabrera, fue el constructor de dicha quinta; Olegaria Alegre era la esposa de éste.
Del segundo matrimonio de Calderón nacieron dos hijos: Julio y Eduardo, que sumados a los 7 del primer matrimonio hacían un total de 9.
Ocho años después murió su segunda esposa. El 10 de julio de 1850, “el cadáver de Candelaria González de Calderón, tenía 36 años de edad, era blanca, casada”, fue sepultado en el cementerio del Norte7.
Calderón había construido su vivienda en los terrenos que por ese entonces bordeaban el arroyo Maldonado y a espaldas de los cuales estaba la Chacarita de los Colegiales. Limitaban, por el Oeste, con la actual avenida Dorrego y por el Norte, con la avenida Córdoba.
En marzo de 1866, 14 años después de la muerte de Pedro Nolasco Calderón, sus hijos Melitón, de 23 años; Julio, de 17, y Eduardo, de 16, pidieron al juez que, “de acuerdo con los miembros de nuestra familia y en virtud de disgustos particulares hemos determinado relevar a Fermín Justo Pereda del cargo de guardador. Lo sustituimos por Agustín Rodríguez, persona de notorio arraigo, quien ofrece por fiador a Don Miguel Cabrera persona así mismo cuyo arraigo es conocido”. Otra vez aparece Miguel Cabrera como un referente confiable de la familia Calderón.
Tierras productivas
Las tierras que Calderón compró en el arroyo de Maldonado eran muy productivas y él las trabajó con singular éxito.
En la quinta del camino del arroyo de Maldonado, la que figura con el número 41 en el plano de Salas, y que daba a la avenida Dorrego y a la avenida Córdoba, tenía un edificio de 3 piezas mirando al Sur, con pisos de ladrillo, paredes revocadas y blanqueadas y techo de paja; le seguía una pieza con techo de paja y había, también, un pozo de agua con calzo, brocal y pilares de ladrillo. Tenía vereda a la calle de ladrillo común.
En la quinta que estaba a espaldas de la Chacarita8 había una pieza con piso de ladrillo común, revocada y blanqueada, y techo de paja; seguían dos piezas con piso de ladrillo común, encaladas, embostadas (revoque hecho con bosta, muy común por ese entonces) y blanqueadas, y un pozo de agua con calzo y brocal.
Como material de trabajo contaba con 6 carros de bueyes, “llantados”, con sus aperos correspondientes, 6 arados, un caballo overo negro y tres caballos de trabajo, un petizo, 48 bueyes, 3 bueyes redomones y una mula “de buen servicio”.
En la quinta del camino al Maldonado9 había “tres cuadras de alfalfa bien poblada, 2 cuadras de alfalfa bastante sucia, 13 naranjos, 178 injertos de peras, considerados como almácigos por estar mal plantados, 41 injertos de pera bien plantados, 21 injertos de damasco, una cuadra de duraznos con 810 plantas de 1 y 2 años, 392 plantas de duraznos, 13 de nogales, 15 de guindos, 91 de duraznos, 22 de paraísos, 135 de duraznos en almácigo, 9 pies (se supone que deben ser unos 7,30 metros cuadrados de parras medianas), 13 higueras moradas y blancas de España, 51 plantas de duraznos formando cerco y 2 arbolitos de caoba”.
Por este inventario podemos deducir que Calderón aprovechaba toda su tierra; además, alquilaba los carros y los bueyes. Ocho yuntas de éstos se las había vendido Wenceslao Navarro, esposo de Rosaura Calderón, una de sus hijas, “a su finado suegro, como apoderado que soy del Sr. Juan Manuel de Rosas con cuya marca están los dichos bueyes y deben ser contra herrados inmediatamente”. Esto sucedía un mes antes de la muerte de Calderón. Y Navarro aclaraba que la transacción la llevaba a cabo él “por indisposición de mi tío Juan Nepomuceno Terrero”.
Este fue socio y consuegro de Rosas. Su madre, María Josefa Villarino, era prima de la madre de Manuel Belgrano; se había casado con el doctor Angel Castelli y de esta unión nació Juan José Castelli, prócer de Mayo. En segundas nupcias se casó con el doctor José Joaquín Terrero. Había comprado dos fracciones de tierra en la Barranca de Belgrano; en una de ellas estaba la capilla de la Calera de los franciscanos, que luego fue la capilla de la Inmaculada Concepción, cuando se fundó el partido de Belgrano, en 1855.
A los dos años de la muerte de Calderón, sus hijos menores fueron a vivir a una casa que les alquilaba Juan Nepomuceno Terrero y estas dos quintas fueron arrendadas para el sustento de ellos, hasta que la sacaron a remate y la compraron Agustín Comastri y Federico Terrero; este último había sido el primer albacea dativo de la sucesión.
Se deshace la sociedad
A los 13 días de estar en posesión de las tierras, Francisco Terrero le vendió su parte a Agustín Comastri; fue el 11 de abril de 1866. En esa fecha, Terrero10 le vendió la parte que tenía en el terreno de la quinta en el partido de Belgrano por un valor de $ 160.000. Comastri había ofertado en el remate $ 287.539. Un día después, Comastri contrajo una obligación11 con Terrero, del que recibió $ 190.000 y se obligó a devolvérselos en el plazo de un año con un interés del 1,25% mensual, para lo cual Comastri hipotecó la mencionada quinta en el partido de Belgrano, que era la que había sido de Pedro Nolasco Calderón. Y en la escritura se anotó: “Que le corresponden dichos terrenos, a Comastri, en esta forma: una parte por haberlos comprado en condominio con Francisco Terrero … y la otra parte de dicho terreno le correponde por compra que de ella hizo a Francisco Terrero”.
Ventas y compras
A siete años de la compra de las tierras a la sucesión de Pedro Nolasco Calderón, Comastri vendió, el 22 de julio de 1873, a Juan Landi 12, que vivía en Rivadavia 628, un terreno de chacra en el paraje denominado La Chacarita, con sus arboledas, alfalfares y cerco. Se componía de 162.640 metros cuadrados, y la formaban dos fracciones: un triángulo y un cuadrilátero.
Lindaba la primera fracción, por el Sudeste, con propiedad del vendedor; por el Nordeste con Juan Henestrosa, y por el Sudoeste, calle Corrientes de por medio, con el cementerio de la Chacarita.
La segunda, por el Sudeste, calle de por medio, con propiedad de Juan Dufourd; por el Sudoeste, con terreno municipal arrendado a Lázaro Clauson; por el Noroeste, calle de por medio, con terreno arrendado al finado Juan Sosa, y por el Nordeste, con el cementerio de la Chacarita.
El terreno le correspondía a Comastri por compra que hizo a la Municipalidad del partido de Belgrano el 15 de julio de 1873, siete días antes de enajenarlo. Lo vendió a Landi por $ 1.200.000 pesos moneda corriente. El comprador “queda en la obligación forzosa de respetar hasta su terminación el contrato de arrendamiento que la Municipalidad de este partido tenía celebrado con el vendedor”.
Incremento del patrimonio
Meses más tarde, Agustín Comastri le compró13 a Juan Landi, el 2 de enero de 1874, por $ 1.250.000 pesos moneda corriente, la misma fracción que le había vendido 5 meses antes.
Doce años más tarde, Comastri volvió a vender14 esta misma fracción; lo hizo el 16 de agosto de 1886, a Luis Cayol, por $ 54.133, 13 nacionales moneda de curso legal. Cayol pagó una parte al contado y el resto lo saldó a los 180 días15. En esta escritura “se previene que los linderos nombrados son los antiguos que constan del título que se relacionará”. Efectivamente, se repiten los linderos, con gruesos errores.
“En esta venta no se incluye una casilla de madera de propiedad de José Niseggi quien la ha construido con permiso del enajenante en el triángulo que se hace referencia.”
En el ínterin, un año antes, el 17 de enero de 1885, Comastri había comprado a Juan Malcom16 seis fracciones de tierra en la zona, que era la comprendida entre la avenida Córdoba y la calle Paraguay.
La Industrial del Plata
El 9 de enero de 1889, tres años después de la última venta, Comastri vendió a la sociedad La Industrial del Plata parte de sus tierras (17 hectáreas, 58 áreas y 41 centiáreas), que “lindan por el Norte con el Ferrocarril del Pacífico (ex San Martín) y boulevard Córdoba en medio con el vendedor, por el fondo al Sur con Dufour y por el Este, arroyo de Maldonado en medio, con varios17”.
También en enero de 1889 vendió otra fracción al Ferrocarril del Pacífico, compuesta de 11.686 metros cuadrados y cinco centésimos.
La mensura final
Después de todas estas ventas, compras y reventas, a la muerte de Comastri se hizo la mensura y división de los terrenos que le pertenecieron 18.
El resultado fue que “los terrenos de la sucesión formaban dos fracciones separadas por la calle de Córdoba, comprendida una de ellas por esta calle, la de Dorrego, la de Paraguay y una porción del arroyo Maldonado y la otra lindando con la primera calle de Córdoba en medio y en el ángulo que esta forma con la calle de Dorrego”.
Una muerte muy sentida
Como un testimonio más de la semblanza sobre Agustín Comastri que hizo Diego A. del Pino en su artículo, es interesante destacar un escrito que figura en su sucesión y que dice: “Comastri era uno de los vecinos más antiguos y queridos de la localidad y que por su carácter, honradez y probidad acrisoladas, condición de fortuna y servicios prestados, había adquirido muchas relaciones, siendo su muerte muy sentida por todos los que le han conocido. Esto da la razón por qué su entierro fue uno de los más concurridos que se hayan visto en esta capital y justifica la cuenta de su entierro”.
Notas
1.- AGN. (Archivo General de la Nación). Testamentaria 4882, año 1852.
2.- AGN. Registro 5. Año 1850. Foja 40.
3.- BUSANICHE, José Luis, Rosas visto por sus contemporáneos, Editorial Universitaria de Buenos Aires, pág. 61. Tercera edición, abril 1976.
4.- AGN. Sala X 25.2.5.
5.- AGN. Sala X 26.3.2 y Sala X 26.5.4.
6.- 4º LIBRO DE MATRIMONIOS de la parroquia de Nuestra Señora del Pilar, a hojas veinte y nueve.
7.- LIBRO DE INHUMACIONES del Cementerio del Norte, año 1850, foja 51 vuelta.
8.- La número 42 en el Plano de los terrenos del Colegio Nº 1 Suerte principal, año 1830. Hecho por Saturnino Salas.
9.- La número 41 en el plano mencionado.
10.- AGN. Registro 11, año 1866. Foja 112.
11.- AGN. Registro 11, año 1866. Foja 113.
12.- AGN. Registro 53, año 1873. Foja 47 vuelta.
13.- AGN. Registro 53, año 1874.
14.- AGN. Registro 53, año 1886. Foja 164.
15.- AGN. Registro 53, año 1886. Foja 242.
16.- AGN. Ante escribano Tulio Méndez según Testamentaria 5231, año 1891.
17.- AGN. Testamentaria 5231, año 1891.
18.- AGN. Testamentaria 5231. Año 1891.
Información adicional
HISTORIAS DE LA CIUDAD. Una revista de Buenos Aires
Declarada de “Interés de la Ciudad de Buenos Aires” por la Legislatura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Año IV N° 22 – Agosto de 2003
I.S.S.N.: 1514-8793
Registro de la Propiedad Intelectual N° 100.991
Declarada de “Interés de la Ciudad de Buenos Aires” por la Legislatura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Categorías: Comercios, ESPACIO URBANO, Vida cívica, Biografías, Hitos sociales, Mapa/Plano
Palabras claves: tierras, porteñas, palermo, villa crespo
Año de referencia del artículo: 1870
Historias de la Ciudad. Año 4 Nro22