Acaecida la fundación de La Trinidad, en el Puerto Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre, denominación correspondiente ab urbe condita a nuestra ciudad, se procedió al trazado y reparto del damero urbano compuesto de ciento treinta y cinco manzanas, quince de frente por nueve de fondo. El mismo quedó delimitado conforme referencias actuales por las calles Viamonte al norte, avenida Independencia al sur y el eje Salta – Libertad al oeste.
Si durante los siglos XVI y XVII nos alejábamos del poblado internándonos por el último rumbo, encontrábamos una franja de terreno sin repartir denominada ejido, conforme lo establecían las Leyes de Indias. Continuando este derrotero imaginario al rumbo oeste y luego de atravesar la actual avenida La Plata entrábamos en la zona conocida como el Pago de La Matanza, en razón de que el límite sur de esas tierras estaba dado por el Riachuelo, llamado por esos tiempos Río de Matanzas.
Después de traspasar ese pago y continuando el mismo rumbo, llegábamos a la hoy zona sur de los barrios de Floresta, Vélez Sarsfield y Parque Avellaneda, denominada desde 1608 Isla del Pozo, en ocasión de formalizarse una cabal mensura mandada por el gobernador Hernando Arias de Saavedra, a efectos de remediar los crecientes litigios causados por la precariedad de las primitivas mediciones.
El expresado apelativo fue originado por un mojón de piedra tomado como referencia por los alarifes, el Mojón del Pozo Verde, así llamado por hallarse en una línea boscosa visible desde lejos, de allí proviene el agregado de isla.
Nos encontrábamos en la propiedad de Álvaro de Mercado, quien la había adquirido el 6 de junio de 1608 y cuyas tierras fueron designadas sucesivamente como Chacra del Pozo Verde, de San Miguel del Monte y de Campana, en homenaje a uno de sus propietarios, el destacado negociante gaditano Francisco Álvarez Campana.
Entre los más antiguos pobladores de esa zona encontramos, a más de Mercado, a Gaspar Méndez, Cristóbal Naharro, Alonso de Espíndola y a Juan García de Taborejo, cuya posesión data del año 1588. Este último vendió sus tierras al general Mateo Leal de Ayala por escritura pública del 17 de febrero de 1609. Agraciado poco antes con una merced lindera importante en quinientas varas de frente al Riachuelo por una legua de fondo, que abarcó el centro del actual barrio de Flores, durante los años siguientes Leal de Ayala fue adquiriendo las chacras linderas, llegando a acaparar dos mil setecientas varas de frente sobre el curso de agua ya aludido.
Fallecido nuestro personaje en el Alto Perú sus posesiones fueron repartidas entre su esposa Magdalena del Águila y sus hijos. Parte de estos terrenos otrora incultos y despoblados integrarían casi dos siglos más tarde la población urbana del Curato de San José de Flores, erigido el 31 de mayo de 1806 y devenido pocos años más tarde en Partido Provincial.
Las tierras situadas al rumbo oeste de las descriptas habían sido otorgadas a Pedro López Tarifa y luego de seguir la natural evolución del patrimonio familiar, a través de sucesiones, ventas y legados, al cabo de casi dos siglos y medio en manos de diversos propietarios, con unificaciones y desmembramientos transitorios, darían origen entre otros al barrio de Liniers.
Entre fines del siglo XVIII y principios del XIX la propiedad de marras, dividida en dos fracciones contiguas, pasó a manos de Juan Antonio de la Lastra y Francisco Antonio de Letamendi y Orueta, respectivamente.
La chacra de Lastra, pasó a manos de su sobrino el presbítero José Francisco de la Lastra, quien hacia 1835, con su salud quebrantada, redactó testamento cediendo dos años más tarde una apreciable porción a favor de uno de sus arrendatarios, José de la Cruz. En la cláusula cuarta del referido documento estableció la fundación de una capellanía en las tierras de su propiedad las cuales decía haber heredado de sus tíos don Juan Antonio de la Lastra y Francisca de los Ríos, conforme documentación obrante en la escribanía del finado Tomás José de Boyso. Además dotó a dicha capellanía con la suma de ocho mil pesos designando patrono de ella al mismo José de la Cruz.
La viuda de éste, Antonina Herrera, quien finalmente resultó heredera del clérigo, merced a un testamento posterior otorgado por éste el 2 de junio de 1843 encontrándose en estado sumamente grave, comenzó con los parcelamientos cerca de 1848. El límite oeste de la propiedad descripta coincide en parte con el trazado de la actual avenida General Paz.
Respecto de la chacra Las Angustias, propiedad del aludido Letamendi, persona muy influyente que tenía parentesco político con don Santiago de Liniers, héroe de la Reconquista de Buenos Aires en 1806 y luego décimo Virrey del Río de la Plata, se mantuvo indivisa hasta bien avanzado el quinto decenio del siglo XIX.
Casado con María de los Dolores Segurola y Lezica, nieta materna de los reputados precursores de la Villa de Luján don Juan de Lezica y Torrezuri y doña María Elena de Alquiza y Peñaranda y hermana del conocido canónigo Saturnino Segurola y Lezica, había otorgado disposición testamentaria conjunta con su consorte el 18 de mayo de 1818, estando próximos a embarcarse rumbo a Europa.
Ocurrido el deceso de don Francisco Antonio de Letamendi hacia 1854, sus hijos iniciaron lentamente el amanzanamiento de estos terrenos.
Fuentes
- ARCHIVO General de la Nación Argentina; Departamento de documentos escritos, notarías, sucesiones y legajos vs.-
- CUNIETTI FERRANDO, Arnaldo José; La Chacra del presbítero José Francisco de la Lastra, origen de los barrios de Villa Lugano, Riachuelo, Mataderos y Liniers, en “Boletín del instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires”, año IV, N° 10. Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, 1987.-
- CUNIETTI FERRANDO, Arnaldo José; San José de Flores, el Pueblo y el Partido, 1580-1880. Junta de Estudios Históricos de San José de Flores, Buenos Aires, 1977.-
- MIRANDA, Arnaldo Ignacio Adolfo; Relevamiento del Archivo Parroquial de San José de Flores, 1806-1824. Junta de Estudios Históricos de San José de Flores, Buenos Aires, 2006.-
- MIRANDA, Arnaldo Ignacio Adolfo; La Escribanía del Municipio de San José de Flores, en “El barrio de Flores en su bicentenario”. Junta de Estudios Históricos de San José de Flores, Buenos Aires, 2006.-
- MIRANDA, Arnaldo Ignacio Adolfo; La Floresta, aportes para la historia de un barrio de Buenos Aires. Junta de Historia y Cultura de La Floresta, Buenos Aires, 2004.-
- MIRANDA, Arnaldo Ignacio Adolfo; La Ley de ejidos territoriales de San José de Flores, en “San José de Flores, estudios históricos”. Junta de Estudios Históricos de San José de Flores, Buenos Aires, 2006.-
- MIRANDA, Arnaldo Ignacio Adolfo; La Quinta de la familia Miranda en el Pueblo de San José de Flores. Junta Promotora de Estudios Históricos de los Barrios del Oeste, Buenos Aires, 2001.-
- MIRANDA, Arnaldo Ignacio Adolfo; El Virreinato del Río de la Plata y la Revolución de Mayo, en “Cuadernos Hispanoamericanos de Cultura, N° 665”. Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Madrid, noviembre de 2005.-
Información adicional
Categorías: Vecinos y personajes, Historia
Palabras claves: Liniers, Letamendi,
Año de referencia del artículo: 2012
1er Congreso