Llegó de Chile a los 16, un par de años después de la inauguración del Barrio Mitre. Lo que en principio sería una visita temporal a sus tíos, se convirtió en toda una vida. Se casó, tuvo 3 hijos y no se fue más del barrio: “Esto era una ciudad aparte, era una cosa hermosa”, recuerda. “Para Reyes, la Philips traía un circo para los hijos de los operarios y, a la vez, para todo el barrio. Me acuerdo que los domingos íbamos caminando al Parque General Paz a tomar mate. Había juegos, hamacas y era todo césped.” Como muchos otros vecinos, Eliana trabajó y se jubiló en la Philips: “Entrábamos a las 3:30 de la mañana. Cuando sonaba el silbato salía
una cantidad de gente impresionante. Nosotras éramos un grupo de 6 o 7 vecinas que íbamos juntas a trabajar a la fábrica. Cuando fue el golpe de estado, si nos habrán parado para ver adónde íbamos… Me acuerdo que nos acompañaban casi hasta la fábrica.”
Vive con su hijo mayor, en la misma casa desde que llegó. Nunca quiso edificar, aunque reconoce que las segundas plantas resultaron cruciales en la inundación del 2 de abril de 2013: “Hemos tenido muchas, pero ninguna fue tan grande. El vecino de al lado vino con la escalera por el patio y me sacó por la ventana para llevarme a la planta de arriba de su casa. Esa inundación fue feísima, perdimos todo.” Pero la memoria del barrio está signada por buenos recuerdos, por la alegría de la murga y de los carnavales: “Antes los carnavales se hacían en ‘la calle de en medio’: cada uno llevaba su sillita, te comías un choripán, la gente bailaba, era muy lindo. Ahora se hacen en la Avenida Balbín, pero ya no es como antes. Con las construcciones el barrio cambió muchísimo. El Dot nos sacó todo el sol.” Aún así, para Eliana, su barrio, sigue siendo en esencia un barrio tranquilo, de gente trabajadora: “A nosotros nos da rabia que nos digan ‘villeros’, porque esto no es una villa. Nosotros acá tenemos luz, gas, teléfono, agua corriente… Desde que me jubilé, a la calle no salgo más que para buscar el pan, baldear y charlar con mi vecina. Tengo a
los policías en la puerta, ya me conocen y me saludan. Vivimos tranquilos.”
Eliana vecina de Saavedra
Este testimonio forma parte de la Colección Barrios y Vecinos de Asociación Civil Rumbo Sur
Datos: Saavedra / 22/03/2018 / Saavedra, buenosaireshistoria, buenosairesvecinos, testimonios, historiaoral, porteños, vecino, vecina