Cuando Jorge se casó vivía en San Telmo, pero tenía a sus amigos en La Boca. “Acá en Catalinas habían venido a vivir psicólogos, muchos profesionales, entonces te miraban medio de arriba, por eso no me gustaba mucho. Un día visitando amigos, mi mujer ve un departamento que se alquilaba y me dice —¿Porqué no nos venimos para acá? —Veamos por dos años. Yo no creo que me banque mucho este barrio… Y ahora si me sacan de aquí es con las patas para adelante! Cuando me mudé al barrio y mis hijas comenzaron a ir a la escuela Della Penna yo me integré a la cooperadora. Desde ahí ya hace treinta y pico de años que organizamos los campeonatos de cuarto a séptimo grado. La discusión siempre era si darle premios a los chicos o comprar cuadernos. Entonces empezamos a hacer choriceadas para recaudar. Finalmente se nos ocurrió armar un torneo con cuatro equipos de veteranos para
que de ahí saliera la plata. Así empezamos. Hoy tenemos catorce equipos y no podemos poner más porque no nos dan los horarios. En el comienzo eran todos del barrio, hoy vienen de distintos lugares. En el año ‘90 logramos que le cedieran “la canchita” íntegramente a la escuela. Desde entonces la prioridad son los chicos y después juega el resto. En principio eran alumnos del Della Penna pero después también se invitó a la escuela de Inmigrantes. Es muy sencillo lo que hacemos y todo a pulmón. La canchita
es un lugar de encuentro. Aquellos chicos que yo dirigía, ahora integran los nuevos equipos de veteranos y sus hijos los de la escuela. La Boca me integró a otra gente porque acá hay de todo. La canchita facilita la integración. Acá todo se hace abiertamente. Se escucha, se vota y con transparencia se trabaja para todos.”
Jorge
Este testimonio forma parte de la Colección Barrios y Vecinos de Asociación Civil Rumbo Sur.
Jorge, vecino del barrio
Datos: La Boca / 22/03/2014 / LaBoca, buenosaireshistoria, buenosairesvecinos, testimonios, historiaoral, porteños, historia oral, la canchita, Catalinas