De los tantos barcos que llegaron a La Boca, uno trajo un par de luchadores húngaros que se encargaron de sembrar la semilla de un deporte que calaría hondo en el club de la ribera. Pero, no era para todos, o eso es lo que le hicieron ver de entrada a Eduardo. Es que era muy menudito. “No pasó mucho tiempo, y un grupo de amigos me hizo saber que estaban recibiendo chicos, fuimos todos a probarnos y finalmente fui el único que quedó! En el ‘59 fui campeón metropolitano. Y hasta 1974 lideré la competencia nacional. Fui a una olímpíada, gané el Olimpia, para finalmente ser entrenador en el club. Gracias a Boca. Gracias a La Boca”. “Los jóvenes tenían sus grupos y paraban en los bares. Había muchísimos que ya no están. En el bar París paraban todos los hinchas de River, y a La Alegría de la calle Brown frente al puente, iban los de Boca. Porque River nació en la Boca también. De los primitivos boliches que había en La Boca estaba El Pescadito y dos o tres más por Pedro de Mendoza. Todavía estaba el puerto funcionando. Después abrieron varios restaurantes y de a poco se fue gestando lo de las cantinas. Primero Spadavecchia, que era una vieja fonda sobre Necochea. Ahora ahí hay un comedor social. Yo estuve en la cantina La cueva de Zingarella en la calle Olavarría. Laburaba viernes y sábado y también los lunes –que no abrían todas las cantinas– porque venían los artistas. No pagaba nadie, era todo de canje. Al principio tenían papel de mantel. Al final hacíamos un bollo y todo a la basura para preparar la próxima mesa. Había una entrada con platitos de caracoles, calamares, pescaditos, todos frutos del mar, comías eso y ya no querías más! Después venía
el plato de pastas, y después pollo con papas. Había un animador y un conjunto musical con batería, piano y guitarra que tocaban de todo. Siempre la tarantela y la música italiana de por medio. Para los turistas se cantaban canciones de cada país o se festejaban cumpleaños. Siempre lleno y la gente quería entrar. En la Puerta siempre alguno se pasaba y cuando explotaba, explotaba! …se armaba cada bollo”.
Eduardo
Este testimonio forma parte de la Colección Barrios y Vecinos de Asociación Civil Rumbo Sur.
Eduardo, vecino de La Boca
Datos: La Boca / 22/03/2014 / LaBoca, buenosaireshistoria, buenosairesvecinos, testimonios, historiaoral, porteños, historia oral, club, lucha, cantina