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“Hace muy poco que vivo en otro barrio y ni salgo, no conozco a nadie”

Villa Crespo

Retrato de Martin, en el kiosko de la familia

Martín es el típico pibe de barrio, una de las caras conocidas de Villa Crespo. Trabaja repartiendo pizza y su familia atiende un kiosco que es otra marca registrada de la cuadra que lo vio crecer. “Acá me crié y acá curtí la calle. Hace muy poco que vivo en otro barrio y ni salgo, no conozco a nadie. Acá conozco a todo el mundo y todo el mundo me conoce. Ser pibe acá era otra cosa, andábamos con la bicicleta por todos lados y jugábamos a la pelota en la calle. O estoy más viejo o cambiaron las cosas. Hay más autos, más gente, está la bicisenda, antes no había celulares ni internet. Íbamos a todos los clubes, a Atlanta, al Fulgor, a Malcom. También nos juntábamos en la parroquia San Bernardo: merendábamos y jugábamos en el patio, no hacíamos actividad religiosa, pero estábamos todo el tiempo ahí. Ahora no veo más que los pibes estén en la iglesia jugando y tampoco se le da tanta bola a la calle. También es cierto que ahora está más jodido que antes, si bien el barrio no es peligroso. La noche también cambió, porque cuando nosotros teníamos 15 años no nos dejaban ir al baile, entonces estábamos en la vereda de la cuadra toda la noche. Ahora los pibes ya a los 14 se van a los boliches. A la cancha tampoco me dejaban ir, pero me escapaba igual para ir ver a Atlanta. De chicos todos éramos hinchas del bohemio, porque era el club del barrio. Al bar San Bernardo, por ejemplo, no iba nadie. Solo nosotros, los pibitos que jugábamos al ping-pong, y todos los viejos del barrio que se juntaban a jugar al dominó mientras fumaban. Me acuerdo de que había un olor a cigarrillo que te querías ir enseguida. Era un lugar de viejos y de gente del barrio, hoy está lleno de gente de otros lugares y se puso muy de moda. Estaban los pibes de Dorrego, los de Juan B. Justo, los de Scalabrini y los del parque Centenario. Y de Corrientes para Córdoba no había muchos pibes, era una zona de viejos. También se decía que el que cruzaba Honorio era de Argentinos Juniors. Eran las típicas picas del barrio. También estaban La Cueva y La Loza, que eran dos paradas de la gente de Atlanta medio picantes. Todos los chicos del barrio estábamos en la calle, sea del bando que sea, eso era lo bueno. Hoy ese tipo de cosas no se ven y el barrio que yo conocí de chico ya no es más así. Por un lado, creo que está bien, pero, por otro lado, sé que algunas cosas que se perdieron estaban muy buenas”

Martín, vecino de Villa Crespo
Este testimonio forma parte de la Colección Barrios y Vecinos de Asociación Civil Rumbo Sur

 

Datos: Villa Crespo / 22/03/2018 / Villa Crespo, buenosaireshistoria, buenosairesvecinos, testimonios, historiaoral, porteños, comercio, kiosko


Este testimonio es parte del libro
Villa Crespo, seguirá siendo barrio
Asociación Civil Rumbo Sur

Fotografía: Nicolás Purdía

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