Francisco vive en Palermo, pero anda desde 1976 en el barrio con su taller de reparación de autos ubicado en la emblemática calle Warnes, una de las calles con más locales de autopartes del mundo. “Creo que en Warnes no debe haber mucha gente que viva en Villa Crespo, este es un mundo de paso. Desde que yo recuerdo, la gente que tenía talleres en la zona no vivía por el barrio, se instalaba con sus locales porque era un punto fuerte en el que sabía que había más trabajo que en otros lugares. Warnes era una zona más bien quieta y tranquila. Estaban todos los desarmaderos del otro lado de Dorrego. Y de Dorrego hasta Juan B. Justo era venta de repuestos mecánicos. Los desarmaderos estaban permitidos. Hoy ya no, para evitar el robo de autos. Vos venías a Warnes buscando una puerta y acá la ibas a conseguir. Hasta la década del 80 uno podía comprar un auto completo, pero todo en partes de desarme. Hoy Warnes es más una calle de repuestos. Es muy raro que exista otro negocio que no sea de venta de autopartes, de mecánica, de accesorios, de tapicería, de cosas eléctricas, de cosas reparadas, nuevas y viejas, desde la rueda hasta el techo. Todo se modernizó: antes eran galpones muy viejos, hoy tenés lugares más ordenados, más preparados, empresas, no podés andar ni con la ropa sucia porque te miran distinto. Hay nuevos dueños, pero la mayoría son los hijos de aquellos que, como yo, laburamos acá toda la vida. De la zona conozco a todo el mundo, pero de las caras de antes ya hay pocas. El tema es que mucha gente de mi edad ya está retirada, no es fácil trabajar en el taller con 70 años. Antes había menos talleres, pero eran más grandes. Hoy se duplicaron los locales porque se achicaron. Esa necesidad de ampliar responde a la cantidad de nuevas marcas que hay y a la cantidad de modelos de esas marcas. Antes ibas a comprar un repuesto de Ford y tenías Falcon, Taunus y se terminaba. Ahora vas a comprar un repuesto de Ford y tenés para 20 autos. A Warnes llega gente de todos lados. Incluso, muchos siguen viniendo pensando que acá se encuentra todo como en las viejas épocas, dónde ‘hacías el pedido’, los talleres se comunicaban entre ellos, y aparecía la puerta que estabas buscando. ¿Cómo aparecía la puerta? Nadie sabía, pero mucha gente se lo imaginaba”.
Francisco, dueño de un taller en Warnes
Este testimonio forma parte de la Colección Barrios y Vecinos de Asociación Civil Rumbo Sur
Datos: Villa Crespo / 22/03/2018 / Villa Crespo, buenosaireshistoria, buenosairesvecinos, testimonios, historiaoral, porteños, comercio, taller, mecánico, Warnes