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“Hay una mística barrial. Hay bohemia”

La Boca

Retrato de Alfredo en el barrio de La Boca

Hace unos 90 años mi abuelo y sus hermanos llegaron de Siria. Vivieron en los conventillos y con el tiempo se fueron para zona norte. Yo nací y me crié en Belgrano donde me tocó vivir algo de barrio, de jugar en la calle, de mezcla de clases sociales. Después llegaron los ‘90. Hoy es un barrio donde predomina la ignorancia de lo que les pasa a los demás, de los que son distintos. Allá son todos patrones de estancia. Y tienen derecho al maltrato. En La Boca no, son más sencillos. Con 17 recuerdo mis sueños de tener un conventillo, de armar un centro cultural. Con 19 me venía a Isla Maciel a ver, me alucinaba lo visual. Tan cerca y tan distinto. Lo veía auténtico. Finalmente viví en varios barrios: Boedo, Parque Patricios, Saavedra, Palermo, el Centro y terminé en La Boca, en el Barrio Chino. Hace diez años y estuvo bueno. Para mí fue como la desmitificación del peligro. Un lugar con dificultades. Los conventillos se venían abajo. Vi como desaparecieron joyas de la arquitectura. La Boca no es un barrio sencillo y fácil. Pero lo veo como la resistencia a la conquista cultural de los poderosos. Hay una mística barrial. Hay bohemia y también hay violencia, tema que hoy es un problema urgente. Más allá del racismo que impera en todos lados, acá hay una aceptación del distinto. Conviven todos. El negro, el paraguayo, el boliviano, el de provincia, el de La Boca de generaciones, el puto, el de River, la travesti, pero todo más natural, acá hay de todo. Yo elijo La Boca, todavía hay espacio, hay cierta libertad. Tiene futuro. Los otros ya están colapsados, desculturalizados, acá todavía hay futuro social, cultural, arquitectónico. La puja es constante. Y hay desidia estatal. En mi casa quiero cumplir mi sueño. Armar un espacio cultural. Desde siempre tengo la esperanza de ser un jugador social y activo. Dependerá de que otros se sumen y sean aliados. No es nada fácil, casi todo está dado para que abandones. Llegás al barrio muy arriba y el cotidiano te muestra lo difícil que es. No hay optimismo, hay desencanto. Ya nadie se queja de nada, entre que no saben sus derechos y apenas pueden con su mundo. Yo tengo el anhelo de interactuar y que acá la Rinconada sea una referencia cultural. Mientras tanto, hoy pedís una pizza de noche y no te la traen.
Este testimonio forma parte de la Colección Barrios y Vecinos de Asociación Civil Rumbo Sur.

Alfredo Srur

Datos: La Boca / 22/03/2014 / LaBoca, buenosaireshistoria, buenosairesvecinos, testimonios, historiaoral, porteños, historia oral, vecino

Colección Barrios y Vecinos / rumbosur.org
Este testimonio es parte del libro
La Boca, lo que fue sera
Asociación Civil Rumbo Sur

Fotografía: Pablo José Rey

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