Llegó al barrio en el 85, con la inauguración del Centro Cultural Spilimbergo, a cargo de un taller de Iniciación Musical para niños. Motivado por los padres que se quedaban entretenidos viendo las clases, abrió un taller de Canto Comunitario para adultos, “Sueños en la voz”, que sigue activo con 40 talleristas desde el 86 hasta hoy. Durante casi 30 años enseñó a enseñar en la Cátedra de Didáctica Musical de la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola, en donde se jubiló. “Me gusta la gente del barrio, es gente muy cálida y muy comprometida. Los vecinos que vienen al taller dejan el alma y el cuerpo. Me gusta vivir acá porque soy un tipo de barrio y, así como mi Almagro natal, este es un barrio fundamentalmente tanguero y con tradición. Hay muchísimas cosas que se mantienen: la Biblioteca Popular Cornelio Saavedra en García del Río, la Biblioteca Popular y Sociedad de Fomento que está en Avenida Balbín, por ejemplo, son lugares emblemáticos. En Saavedra hay olor a barrio: están los adoquinados, las vías del tranvía, los puestos de la feria en el Parque Saavedra el fin de semana… para mí es siempre una fotografía y un viaje en el tiempo constantes. Está el feriante de toda la vida, con el que charlás y siempre algo te recomienda, pasás por un bar y lo ves a ese mismo señor sentado a la misma hora tomando su vasito de lo que sea, fumándose un cigarrillo y leyendo el diario. El saavedrino tiene la
historia escrita en la piel y es un tipo genéricamente muy solidario, que está atento a lo que necesitás y te da una mano. La actividad comercial y la identidad histórica de la zona de la Estación Luis María Saavedra, en donde vivo, se mantienen hasta hoy. Creo que el túnel es importante para el barrio y, además, es muy lindo porque homenajea a dos de nuestros personajes más tradicionales, que son El Mono Gatica y El Polaco Goyeneche, pero cuando yo llegué era otra cosa. Creo que le cambió la fisonomía al barrio. Hay una contracara, cruzando las vías del tren: Yo salgo de casa, paso para el otro lado, hacia el Coto y veo la estación Saavedra de antes.” La docencia hizo que Miguel se viniera a vivir a Saavedra hace ya 20 años. “El taller de canto comunitario se
mantiene como tal desde su comienzo, y lo digo con cierto orgullo. Tengo mi corazón puesto en el barrio.”
Miguel, Centro Cultural Spilimbergo
Este testimonio forma parte de la Colección Barrios y Vecinos de Asociación Civil Rumbo Sur
Miguel, del Centro Cultural Spilimbergo
Datos: Saavedra / 22/03/2018 / Saavedra, buenosaireshistoria, buenosairesvecinos, testimonios, historiaoral, porteños, vecino, Centro Cultural Spilimbergo