Es el famoso tachero de barrio. Voz ronca, muchas anécdotas y toda una vida girando por las calles de Villa Crespo. “Me gustaba más el camión, sobre todo cuando repartía arena en el puerto. También repartí gaseosa, hice fletes, de todo, y así fui conociendo el barrio que terminé adoptando. Yo no nací acá, me trajeron hace 36 años. Mi mujer fue. Era un barrio difícil, si no te conocían no te daban mucha bola. Yo era fanático de Boca y acá eran todos de Atlanta o de Chacharita y me miraban como sapo de otro pozo. Con el camión de a poco empecé a formar amistades. Bien pillo, busqué hacer amistad con los capangas del barrio y me hice amigo de los que tenían la casa de calzoncillos, que eran muy poderosos. Así me fueron integrando. Después armamos un equipo de fútbol y me hice amigo de todo el mundo. Ahora no me sacás nunca más de este barrio. Hice amigos de verdad. Una vez instalado en Villa Crespo tuve la suerte de comprar frente a la cancha, pero la casa salía 20 y yo tenía 10. El dueño me preguntó cuánto le podía dar por mes, yo le dije ‘5’, y él me dijo ‘dame 3 y me lo vas pagando así’. Sin nada. Ni papel, ni firma. Me dijo que fuera haciendo rayitas en la pared como en la cárcel y que cuando terminara de pagarle que lo invitara a tomar un café. Y así fue. Era una época de código, de palabra. Hoy la palabra es un barrilete que soltás en el viento y se va. No existe. Mi juventud fue así. Íbamos a bailar y si uno no tenía pagaba yo, y al otro día no tenía yo y me pagaba el otro. Hasta nos prestábamos los zapatos. Uno bailaba un par de piezas, se los sacaba y se los prestaba a otro para que pueda bailar también. Eso lo hacíamos en Villa Malcom, que era espectacular, salvo porque no te dejaban apretar y si no les dabas bola te agarraban y te tiraban a la calle. Eran otros tiempos y era otro barrio también. Muy distinto en muchas cosas. De todas formas, yo me siento contento acá, siento que la gente me quiere. Habrá alguno que me tenga bronca, nunca vas a poder simpatizar con todos, pero en general los vecinos nos llevamos muy bien. A mí de acá me sacan con los pies para adelante, no existe ningún otro barrio para mí. Me pondría muy triste si me fuera de acá, todos mis afectos están en este lugar”.
Retrato de Miguel Angel, vecino de Villa Crespo
Este testimonio forma parte de la Colección Barrios y Vecinos de Asociación Civil Rumbo Sur
Datos: Villa Crespo / 22/03/2018 / Villa Crespo, buenosaireshistoria, buenosairesvecinos, testimonios, historiaoral, porteños, vecino