“Nací en Santa Fe, trabajé en La Forestal inglesa, fui boyero y amansador de animales. Llegué a Buenos Aires en 1950. Enseguida recalé en San Telmo alquilando una pieza en una casa de familia. Vivíamos tres como en un calabozo. Conseguí trabajo frente a la CGT, en una canchita de pelota, haciendo los cimientos de la Fundación Eva Perón. A fin de año conocí el conventillo. Acá había paraguayos, turcos, italianos y gente de provincia. Fui estibador en el Puerto Nuevo desde 1952. Recién en 1963 me mudé a esta piecita del Conventillo Altos de Moiso. En 1966 me casé. En las fiestas de Fin de Año uno no sabía frente a cuál pieza quedarse. Tarantela, cueca, chamamé, y en lo de Ramírez, tango. Siempre la puerta abierta. San Telmo se llenaba de estibadores, los boliches se llenaban. Todo pobrerío de provincia. Rancho, sombrero y pañuelo. ‘Hace frío y no se le moja la cabeza, hay sol y no se quema’. Todos del interior, un sombrero más grande que el otro. Mucho quichua, guaraní, me enredaba lindo en las charlas…”.
El de Defensa 735 es un edificio que pertenecía a la familia Moiso desde 1872, aunque su edificación es anterior a 1830, con ladrillos asentados en barro con un ancho de 50 a 70 cm, y vigas de quebracho y pinotea, que sostienen el piso superior. A través de los años se llegaron a tener 85 piezas que ventilaban a los corredores, balcones de bovedilla y patios interiores empedrados, donde antiguamente estacionaban los carros. Dichas habitaciones tenían cocinas y baños de uso común.
Datos: San Telmo / /