Lucas es el mayor de 4 hermanos, nacidos y criados en Saavedra, y desde 2015 es jefe de grupo de los Scouts de la Parroquia Santa Margarita, en Villa Cerini. “Mis viejos fueron scouts en Coghlan, en la Parroquia Santa María de los Ángeles. Mi papá retomó cuando se fundó este grupo en 1993. Ninguno de mis hermanos ni yo nos interesamos siendo chicos. Ya grande me fui de campamento, acompañando a mi viejo, y me terminé enganchando. El scoutismo fue la manera que encontré de vivir mi fe, uno puede discutir de todo, pero hay algo a lo que no hay con qué darle, que es hacer algo por el otro. El objetivo es que cada uno de los chicos potencie o descubra habilidades propias. Eso y la educación en valores son los pilares del movimiento, además de brindarse a la comunidad como un lugar de contención. En la inundación de 2013 el grupo laburó mucho y el salón parroquial se llenó, hubo mucha solidaridad de los vecinos, todos los días venía gente que se repartía entre su trabajo y el tiempo libre, para ayudar. No hace falta irse lejos para hacer algo por el otro, acá a la vuelta podés tener a alguien que te necesita. Todos los sábados nos reunimos 96 personas entre chicos y adultos. Hemos plantado árboles autóctonos con Vecinos por la Ecología, damos talleres de todo tipo y actividades en plazas abiertas al barrio. Desde que nací, siempre me moví por Saavedra, de la casa en la que nací en Holmberg y Ruiz Huidobro a la zona de la Estación Luis María Saavedra, de la estación a Villa Cerini… Acá, en la zona de la parroquia, no han llegado aún grandes edificios. Fue lindo crecer acá. Era tranquilo. Recuerdo con 4 años que mi abuela me mandaba a hacer compras pavotas. Eso hoy no lo veo más. Cuando en Donado no estaba la Avenida Goyeneche y eran todas casas —Cacciatore, derrumbó muchas para hacer una autopista que después no se hizo nunca—, con los pibes nos juntábamos por ahí, en esos parques y plazas, a jugar a la pelota. Me acuerdo que se veía la marca de las escaleras en las paredes de lo que habían sido casas. El Parque Saavedra también fue siempre un lugar de juego y hoy todavía siguen estando los jubilados con las bochas. Tenemos mucho verde. Esperemos que no se pierda nunca. Somos muchos los que vivimos acá desde que nacimos y no nos vamos más.
Para mí nos atornillan al piso, no sé qué pasa”, concluye riendo.
Lucas, Scouts Santa Margarita
Este testimonio forma parte de la Colección Barrios y Vecinos de Asociación Civil Rumbo Sur.
Datos: Saavedra / 22/03/2018 / Saavedra, buenosaireshistoria, buenosairesvecinos, testimonios, historiaoral, porteños, vecino, Scouts Santa Margarita, institucionbarrial, institucion, Scout